EL DÍA EN QUE LA PRENSA SINTIÓ VERGÜENZA...pero se la aguantó

El virus AH1N1 ha desatado en el país una pandemia de descaro y poca vergüenza. Todos los medios que publicaron titulares alarmistas, ante la información a medias dada por el ministro de Salud, tuvieron la osadía de no rectificarse sino emprenderla contra el mensajero para limpiarse de sus culpas.
Horas antes, el ministro en mención, había anunciado que la ciudadana argentina presentaba positivo para el virus de influenza, pero aclaró (bien claro), que faltaba descartar o asegurar si se trataba de la nueva y alarmante versión porcina.
Al amanecer, casi todos los diarios hacían competencia en los kioscos para ver cuál alarmaba más. Al día siguiente, ninguno tuvo la valentía de reconocer su error. Se trató de una patinada masiva.
Tan desinformada anda la prensa, que –demostrando su poca inmediatez- el decano de los diarios publicó hoy en titular principal la cifra total de infectados en el mundo en 365 casos y, simultáneamente, la OMS actualizaba en 615 las víctimas contagiadas por el peligroso virus de la gripe porcina.
Ni que hablar de los médicos ”figuretis” que pretenden ganar espacio en la prensa, ni de los políticos que aprovechan esta escabrosa oportunidad para crear confusión y extender las llamadas “cortinas de humo”.
Como señala la OPS hoy, el papel de los medios debe centrarse en educar a la población sobre las normas de prevención e higiene, es decir alertar antes que alarmar a la población.