martes, 26 de octubre de 2010


¡ES SUSANA!...o no?.El conteo según la ONPE

viernes, 15 de octubre de 2010


DE LA PATADA A LA CACHETADA ARTERA


Cachetada avisa, como diría Augusto Álvarez Rodrich. Pero lo de la semana pasada más bien se trató de la arrogancia presidencial por unas canas mal pintadas y mal traídas. 

Recapitulemos la historia. Alan García cosechó todas las silbatinas, desprecios y odios a raíz de su desastroso primer gobierno. Hoy, luego de exactamente 20 años, el robusto primer mandatario del Perú cree haber superado el desprecio popular e infla la pechuga desafiante ante quien se atreve encararlo.

Se cree el Mesías que con su astucia a mejorado la economía, el único impulsor de las nuevas arcas de la Nación. Se niega a aceptar que hubo dos gobiernos anteriores que pusieron sólidos cimientos provocando que la economía despegara.

Si algo hay que reconocerle a García Pérez (aparte de no haber pervertido  la política económica iniciada el año 2000 gracias a su estrategia del “muertito”) es haber sobrellevado con ministros de economía de lujo la terrible crisis financiera mundial.

Pero el actual inquilino de la Casa de Pizarro acaba de dar dos muestras de soberbia muy peligrosas que podría acarrear el rápido deterioro de su imagen de no contener sus ínfulas.

LA COMESON DEL QUINTO AÑO

Alan García no solo pasó de la patada artera contra el buen Lora a la cachetada cobarde, refrendada por una docena de sus gorilones, al joven voluntario de ESSALUD. También se ha atrevido en las últimas semanas a perturbar el libre ejercicio de prensa y expresión en los canales de TV. Antes había intentado groseramente tomar Panamericana Televisión, vía testaferros, ante la caída en desgracia de Genaro Delgado Parker.

Ahora último presionó a los directivos del 5 para que no se transmitiera vía “Enemigos Públicos” un reportaje sobre el incidente del  cachetadón. Luego, cuando Bayly comenzó a enfilar sus críticas contra el presidente, hizo llegar un mensaje a  Baruch  Ivcher  para que frenara la viada del “tio terrible”. Constantes cintillos, señalando que el canal no respaldaba las versiones del Bayly, terminaron con su renuncia.

García se ha pasado toda la semana intentando negar lo innegable: Decenas de testigos, con videos en mano, aseguran haber presenciado una cobarde agresión física del presidente contra el mencionado joven que a todas luces padece de una alteración en su psiquis. Recordemos que hace cinco años atrás, cuando enfilaba su campaña presidencial, lo mismo hizo contra el enajenado  Lora. Esa vez se trató de un traicionero puntapié en la espalda del distraído simpatizante.

Alan García tiene antecedentes de descontrolarse en su último año de gobierno. Al final de su periodo 1985-1990 también se la enfiló contra la prensa. Aunque los medios de la época eran diferentes y la violencia política arreciaba, García se dio el gusto de cerrar de un solo zarpazo a los periódicos Cambio y El Diario. Claro, que éstos medios en su última etapa hicieron abierta apología del terrorismo, incitando al odio y avalando los crímenes de los dos grupos, dando así motivos legales suficientes para merecer su clausura.

Al  Alan García inflado de poder de los últimos tiempos, le haría mucho bien reflexionar sobre la trascendencia de sus actos ya que con su descontrol ante las críticas, insultos y preguntas incómodas de la prensa solo incentiva que la ola de violencia e intolerancia se enraíce en nuestra sociedad.

MÁS:
El Poder que Mata 2 -Diario Trome
Lo que la cachetada nos dejó - Patricia del Río
Seducción y Chantaje - Augusto Álvarez Rodrich
Martes Negro - Fernando Rospigliosi
Que pida disculpas - Federico Salazar
La mente del transformer - Jorge Bruce
Un país de maricas - Fritz Du Bois
De la patada a la cachetada - Rosa María Palacios
De la "patadita" al bofetón - Juan Carlos tafur


El bofetón en imágenes
                                           Composición : El Otorongo
                                          Foto: Mónica Palomo


                                       Fotos Diario 16
Los descargos de Juan Carlos Tafur en el portal Número Zero

domingo, 10 de octubre de 2010


"El Perú soy Yo"


Es cierto, Mario Vargas Llosa representa todas las sangres de ésta nación que nos alberga, que a veces nos desune, que nos emociona cada cierto tiempo. Mario, el ahora Nobel, ha sido dotado por Dios de un espíritu malditamente incansable para narrar las cosas que nos suceden a los simples mortales. Más que un literato es un narrador de historias, la mayoría de ellas reales, recopiladas minuciosamente por su pegajosa tinta. A Mario lo conocí hace 23 años , en 1987, cuando se aprestaba a tentar la Presidencia, cuando sus inquietos humores rebalsaban al ver como el joven Alan García destruía la economía del país.

Un día nublado llegó al aeropuerto Jorge Chávez acompañado de su guapa esposa Patricia. Ambos todavía jóvenes, ella más que él. La ingrata y aburrida cobertura periodística en los terminales aéreos tiene eso de bondadoso: que conoces a  gente importante sin proponértelo. Ese día Mario fue abordado por los periodistas destacados allí y absolvió cada una de sus inquietudes, mientras que Patricia nos entretenía tras bambalinas con su perfume y una sonrisa cálida.

Pero Mario no presagiaba ser el incomprendido más notable que nuestra historia haya despreciado. Tuvo una agitada campaña presidencial que lo condujo a enfrentarse con lo más rancio de los retrógrados que aspiraban a revivir un estado socialista o castrador de toda aspiración a la modernidad.

Mario no aprendió a mentir desde chico, nadie se lo enseñó. En toda su campaña se pasó de honesto, de sincero y habló con la verdad, por eso perdió. A lo que se sumó la trama siniestra de García Pérez  quien movió todos los hilos del Estado, incluso fundando un periódico para demoler la figura de Vargas Llosa y permitir el triunfo de esa tromba populista llamada Fujimori. Lo demás es historia.

Mientras que el candidato lapidado por las injurias presidenciales  y de seudos revolucionarios como Javier diez Canseco es hoy el Nobel de Literatura, el ganador de esa contienda está preso pagando sus culpas. Son los avatares de la vida. Para muchos, de haber llegado Vargas Llosa a la presidencia del  Perú,  la humanidad se habría perdido varios de sus Best Sellers. Así que Alan García, sin quererlo, ha contribuido doblemente para que la fundación sueca haya decidido otorgarle el Nobel a Mario. Primero, impidió que el escritor alcance la presidencia, por ende, permitió que prosiga con su rica obra y, segundo, recientemente provocó  su renuncia a la dirección al Museo de la Memoria al intentar pasar de contrabando una ley de amnistía para favorecer a los militares acusados de asesinatos de lesa humanidad.

La fundación de Alfred Nobel  suele otorgar distinciones anuales a aquellos notables ligados a las luchas sociales y no a un liberal como Mario, pero éste último acontecimiento  precipitó el logro más perseguido por el admirador del hipopótamo. Buena por él y por el Perú, no por aquellos innobles que pretenden subirse  al carro triunfal a último momento.

Claro que Mario representa al Perú con todos sus bemoles. Por ese “varguitas” que apabulló  con elocuencia literal en sus primeras obras, hasta el escritor maduro de hoy, han pasado los caudales de triunfos y derrotas de los peruanos. También la sangre, sudor y lágrimas de todas las vertientes que conforman nuestra nación. Cómo discriminarle entonces su derecho a ser uno de los nuestros, si siempre nos ha tenido entre sus genios y demonios.



viernes, 1 de octubre de 2010


EL “ELECTARADO” Y SUS DOS OPCIONES


01 de octubre de 2010

Cortinas van, cortinas vienen. Liberaron a una terruca y la prensa (con su capacidad de arrastre en la opinión pública) nos jala de las narices tras la noticia. Aunque en unos días, seguramente, la viuda de Serpa Cartolini será devuelta a prisión. Lo mismo sucedió con la Berenson. Y es que pronto las elecciones vecinales será cosa del pasado y las miradas estarán puestas en otro lado. Total, suelen tratarnos como a una masa apenas pensante. Un “electarado” que resulta fácil de conducir, de arrear.

Lo percibido en ésta lid electoral por las alcaldías y gobiernos regionales es  el entremés de lo que vendrá para las presidenciales del próximo año.Una guerra que será más que sucia. El grotesco papel  desempeñado por el bautizado “huevo duro” es solo una bombita de ensayo diseñada por el departamento de psicosociales de la mafia fujimontesinista comandada por Raffo y sus impunes chacales chuponeadores. Atrás quedó Kouri el alfil de ensayo que se dejó sacar de la contienda por un infantil error de su comando de campaña.

Recordemos que Fernán Altuve, el aparentemente candidato simplón  (hoy dedicado a huevear al “electarado”) fue parte de la eminencia  gris de la mafia en su último tramo, cuando basando en su pericia legal se encargó de justificar y defender con ardor los crímenes y acciones mafiosas del japonés y su corte. El país no debería olvidar a los Siura, Espichán, Martha Chávez y Altuve porque fueron ellos quienes -abusando de sus dotes cínicas y un descaro  patológicos-  tejieron finamente un manto de impunidad cuando los brotes de pus emergían incontenibles desde el régimen del hoy inquilino de Barbadillo.

Los grupos de poder aplicando la oscura estrategia de la propaganda política de “simplificación y enemigo único” han encaminado a la ciudadanía a una elección de dos. Los demás (con su propuesta bajo el brazo) ya no importan. Las rimbombantes  simulaciones con cédula en mano y encuestas solventadas por interesados dan como  contendores únicos a dos mujeres. Lourdes Flores y Susana Villarán se disputan la atención mediática (y también la de los votantes condicionados por la propaganda política).

Las dos tienen sus "anticuchos": sus pasados plagados de errores humanos y un presente salpicado de omisiones y mentiras que podría costarles la elección. Será  finalmente los ciudadanos de a pie quienes decidan. Esos ciudadanos condicionados por la ignorancia de propuesta pero siempre atentos al show mediático, a ese túnel al que cada cierto tiempo los conducen los grandes operadores sociales.

A estas alturas cabe exigir una pronta reforma del sistema electoral que ponga en vitrina a la verdadera expresión democrática de los electores, en donde prime la elección de vecinos notables que representen los intereses de las mayorías. Mientras tanto debemos conformarnos con simulacros democráticos que aspiran a recambiar a las autoridades que regirán nuestro  destino.

MÁS:
Voto de conciencia - Juan Incháustegui V.
Cuidado con el tamaño del dragón - Martha Meier M.Q.
Cuestión de principios - Hugo Guerra
Futuro incierto - Augusto Álvarez Rodrich
Publicar y mentir - Raúl Tola