viernes, 30 de marzo de 2012


El Factor Wilburt



La última semana se ha visto revuelta por la noticia del descubrimiento de una sórdida organización delictiva en el seno de la agrupación política“Chimpun Callao”, en donde, por las evidencias, se disputan el futuro político del primer puerto al mejor estilo de los cárteles o mafias más avezados y retorcidos. El más chamusqueado del evento ha resultado el ex jugador de futbol Roberto Martínez, quien en su entusiasta intención de ser un articulador de propósitos y negocios del Concejo del Callao, ha quedado descubierto como el enlace de una organización delictiva capaz de corromper funcionarios e interferir en las comunicaciones de adversarios con la finalidad de sacar ventaja con información mal habida y con el evidente afán de descabezar al opositor o futuro contendor.

Wilburt Castillo, es la vedette de la jornada. Mal visto por quienes perciben que un ex delincuente no amerita  veracidad, a su vez que combatido y desprestigiado por los implicados y afectados con el destape mafioso que el mismo Wilburt se esmeró en desenmarañar. Éste ex recluso, que desde hace 10 años fue captado por la Región y Municipio del Callao para regenerar a los jóvenes delincuentes de esa convulsionada zona, organizó la investigación hace varios meses, y apenas puso en conocimiento de sus andanzas a miembros de la Fiscalía y Policía del Callao alguien de éstos fueros lo delató y se organizó un plan para eliminarlo, vendetta que fue abortada gracias a que inexpertos sicarios equivocaron el blanco y mataron a su tío en las afueras de un callejón.


De propiciarse una investigación seria e imparcial (fuera de los predios infectados por años por esta mafia) podría destaparse la más grande organización delincuencial arropada de política existente, sin menoscabo de la fujimontesinista que lapidó moralmente al país hace 20 años.