jueves, 9 de diciembre de 2010


VARGAS LLOSA SEGÚN VARGAS LLOSA

Caretas, agosto de 1972
Entrevista: César Hildebrandt

Una conversación, profunda y disipada a la vez, muestra al ahora laureado escritor en su etapa de pleno desarrollo, con sus dudas y temores, con sus deseos y creencias socializadoras de la época. El marco histórico en que ésta se da tiene que ver con el apogeo de la revolución cubana (atacada por todos los frentes por EE.UU y defendida por la URSS) y en el Perú, con el llamado “gobierno revolucionario” del general Juan Velasco Alvarado.
Sus influencias, sensaciones y frustraciones nos revelan a un escritor repleto de vivencias y sufrimientos, capaz de volcarlos en muchos años en adelante. Y así fue, su producción literaria nunca se apagó y ahora podemos disfrutarlo en la cúspide de su madurés.
La nota escrita por un joven César Hildebrandt, es una seguidilla de preguntas y respuestas, sin puntos aparte, a veces, con exceso de comas, pero resulta apasionante leerla de un tirón. Eran los ensayos periodístico-literarios de la época. Las preguntas en negrita  han sido impuestas por este editor para hacer la tertulia más digerible, acorde a los cánones de entendimiento modernos.
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VARGAS LLOSA SEGÚN VARGAS LLOSA

Mira, tengo un borrador terminado (otro magma), sí, un magma que tiene la ventaja sobre  los otros de ser considerablemente más corto (¿cuántos miles de páginas?), no, no, éste no tiene sino trescientas y pico de cuartillas, de tal manera que si ocurre, como ha ocurrido con mis otros libros, que el resultado final sea un recorte bastante grande de ese magma, será una historia bastante corta, para felicidad de muchos. Cada vez me cuesta más trabajo escribir, cada vez me resulta más difícil. Ese primer borrador es el que más trabajo me da, el que me hace sentir más inseguro, el que me produce más angustia, (¿no exageras un poco?), no, no, es muy curioso pero creo que a muchos escritores nos pasa que mientras más escribes no obtienes un mayor dominio del oficio, al contrario, a medida que progresas más en tu trabajo y en tus ambiciones lo que va surgiendo son mayores complejidades y dificultades. Mira, cada libro ha significado respecto del anterior una complejidad creciente (una complejidad proporcional a tu ambición), bueno sí, es posible que sea eso. Yo creo que “La Casa Verde” es mejor que “La Ciudad y los Perros” y que “Conversación en la Catedral” es mejor que “La Casa Verde”. “Conversación…..” me importa más porque es una experiencia más reciente, pero ya me importa menos que “Pantaleón y las Visitadoras”. Es decir, me siento muchísimo más comprometido con lo que estoy haciendo que con lo que hice. Sin duda que “Conversación….” Es mi libro más ambicioso, el que me costó más trabajo. Ahora,  es el libro más logrado, pues eso no lo puedo saber tanto yo sino los lectores o los críticos, (¿cuál es tu sensación frente al lenguaje ahora?), mira es una enorme incertidumbre, una terrible inseguridad, el lenguaje es algo que yo nunca he sentido totalmente sometido, yo envidio a escritores que pueden escribir directamente, sé que por ejemplo Alfredo Bryce puede escribir sus novelas así, eso para mí es totalmente inconcebible , la primera versión de un texto mío es algo realmente impresentable, es un mundo de deficiencias y caos, incluso creo que hasta en un nivel sintáctico, es un poco mi manera d trabajar, desarrollar primero una historia, a galope tendido, para que surja el monstruo. Y la dificultad mayor tiene que ver siempre con el lenguaje, incluso te diría que tiene que ver más con los diálogos que con las descripciones, es cuando yo tengo que hacer hablar a un personaje cuando siento la mayor inseguridad, y es cuando corrijo y rehago más. Y ésta novela “Pantaleón….” me cuesta muchísimo trabajo, porque está principalmente centrada sobre las voces de los personajes, es una historia que está más dicha que descrita, hay muchos diálogos plurales, (lasitud, saturación…), bueno, mira, “Conversación en la Catedral” tiene un lenguaje mucho menos llamativo o espectacular que el de “La Casa Verde”,  es incluso deliberadamente monocorde, pero eso es bastante premeditado, mi idea era la siguiente: como la historia que cuenta “Conversación……” es esencialmente truculenta, desmesurada, llena de desbordamientos – crímenes, robos, violencia-, entonces, si esa materia tan excesiva era formulada con un lenguaje espectacular, desmelenado, eso hubiera sido totalmente irresistible para un lector, hubiera tenido los vicios de un radioteatro o una telenovela, mi idea era que ya que la historia era explosiva el lenguaje debía cumplir un papel de contrapeso, que debía apaciguar esos excesos y esa violencia, (una opacidad), sí, que fuera antídoto a la desmesura, (aunque hay excesos contados excesivamente, García Márquez), sí, pero él utiliza otros contrapesos, el humor, por ejemplo, que es disolvente, (“Historia de la cándida Eréndira….”: juego, pirotecnia, ¿tú qué piensas?),mira, yo creo que el problema principal que tiene ese libro es “Cien años de soledad”, su cercanía con un libro de semejante riqueza, pero yo no creo que esos relatos deban ser confrontados con “Cien años de soledad”, creo que ellos son como residuos de ese mundo magnífico, una energía sobrante de Macondo, es un libro que no tiene excesiva importancia pero que está hecho con brillantez, con facilidad, con un cierto tono juguetón, (pero hay algo simbólico: los cuentos se trasladan a un aldea costera, anfibia, una especie de búsqueda de García Márquez por abandonar la mediterraneidad de Macondo, por saltar el charco hacia “El otoño del patriarca”), bueno, yo creo que ese  es su propósito, salir de Macondo y entrar a otro mundo, (tú no has sufrido ese problema, el problema de la historia-lastre, tú has saltado de un mundo a otro con una facilidad irritante), es verdad, bueno, creo por lo menos no tener un tema (una pluralidad de fantasmas envidiable), aunque eso sea algo que podrá juzgarse mejor cuanto esté muerto y pueda ser juzgado orgánicamente, pero tengo la impresión que escribo sobre cosas distintas, que no soy escritor de temas recurrentes. Y además lo que me ha pasado es que yo he empezado a escribir una novela cuando le estaba poniendo el punto final a la anterior, así que no tenía tiempo de sentirme aplastado. Sí, en lo que se refiere a mi trabajo sigo bastante disciplinado, bastante ordenado porque es la única manera como puedo escribir (según Bryce, tú te cuadras antes de escribir), sí, García Márquez decía que tocaba una corneta, pero en lo demás no soy nada ordenado, mira, mi mujer me dice todo el día que soy un caos, desordenado, impuntual. (¿El teatro?), me sigue gustando mucho, me gustaría escribir para el teatro, tengo notas, proyectos, pero es difícil, no sé, siempre estoy metido en novelas que me toman años, pero no descarto la idea de escribir para el teatro. (Leímos hace poco un cable), no creas en los cables, (con declaraciones tuyas sobre la situación económica de Cuba, muy bien explotadas por ciertas agencias de prensa), sí, que me han irritado mucho. Mira, te voy a decir exactamente cómo fue: fue un reportaje que apareció en “El Nacional” de Caracas y en el que yo fui particularmente detallista en explicar por qué me sentía solidario de la revolución cubana, por qué creo que es tan decisiva para América Latina, dije cuánto me había alegrado ahora que el Perú había restablecido relaciones con Cuba, y luego, después de dejar muy en claro mi adhesión a Cuba, indiqué que eso no significaba que no tuviese discrepancias y que consideraba mi obligación expresarlas cuando las sintiese. Bueno, pues ahora resulta que lo único que se publican en lo cables son mis discrepancias con la revolución cubana, eso es muy irritante, (tu posición sobre lo que está pasando en el Perú no ha sufrido variaciones…), no ha cambiado, no, parto de la base de que este proceso significa un progreso considerable, que en muchos campos se han hecho reformas muy profundas que favorecen al país –la reforma agraria, nuestra política internacional, que ahora sí me parece respetable-, ahora, al mismo tiempo, ciertas reticencias que tenía se mantienen porque no ha habido cambios en eso, creo que el régimen tiene una estructura cerradamente militar, que la participación civil es prácticamente nula –es de segundo orden-, que no existe ningún mecanismo de fiscalización popular civil de lo que se hace –de las medidas que aplaudo y de las que me siento solidario- y eso para mí es sumamente preocupante, porque da a todos esos procesos de cambio una precariedad indiscutible. El día de mañana puede haber una revolución en Palacio, de la cual nosotros seamos ignorantes, que cambie unas personas por otras en los puestos de mando del régimen, y todo ese proceso de reformas se puede venir abajo, puesto que no hay una participación popular que lo garantice y active. (¿Miedo a que los temas se agoten?), no, no creo, yo creo que un escritor deja de ser escritor no cuando se le acaba el tema sino cuando resuelve su problema. Insisto en que uno es escritor por infeliz, porque le han pasado ciertas cosas. Yo nunca he sentido esa especie de temor al vacío que sienten algunos escritores. Al contrario, yo siento una especie de nostalgia premonitoria, tengo la sensación de que me voy a morir dejando muchos proyectos de historias que nunca podré escribir, yo creo que aun si no me ocurriese nada más en mi vida y viviera uso 30 años más, tendría material reunido, es decir experiencias suficientes como para seguir escribiendo hasta mi muerte. En todo caso, mi temor es más universal, es de no poder escribir con rigor, con profundidad. Eso sí, pero la posibilidad de encontrarme un día frente a una página en blanco lleno de angustia, eso estoy seguro que no me va  ocurrir jamás. Mi problema es al contrario, que tengo un exceso de temas que quisiera desarrollar, y no sé si voy a tener tiempo para hacerlo. Los problemas con el lenguaje claro que existen, como te decía al principio de la conversación: mis dificultades crecen con cada libro, hay una angustia creciente. No hay nada garantizado, cada libro es una aventura nueva, hay escritores que fueron muy buenos en el primer libro, muy malos en el segundo y pésimos en el tercero, (eso, Mario, me hace recordar a alguien que decía el otro día  que no debería haber primer libro, que debía empezarse por el segundo, ahora la pregunta es: qué pasaba si el segundo era peor que el primero salteado), una de las cosas para mí terribles, tu sabes, es esos escritores que se instalan cómodamente en una especie de puesto alcanzado, que a partir de cierto éxito  se empiezan a repetir, a degustarse, esa es una imagen que me resulta muy penosa. (Como escritor de moda, por lo tanto constantemente allanado por los críticos, me imagino que te habrás preguntado  si las influencias que te han atribuido son ciertas o no, me imagino que después de 10 años de lucha con tantas especulaciones habrás llegado a reconocer definitivamente cinco o seis vertientes de tu obra), bueno, sí, indiscutiblemente, creo que esas vertientes son bastante evidentes. Creo que debo muchísimo a Faulkner, creo que si no hubiera leído a Faulkner no hubiera escrito como he escrito, creo que debo mucho a Sartre, no sé si en el plano de la técnica o del lenguaje narrativo, pero sí en una cierta visión de las cosas, y de algún modo más genérico creo que debo mucho a la novela del siglo XIX. Y hay otros escritores que han influido e influyen en mí, menos contantemente tal vez. Ahora, por ejemplo, estaba leyendo la obra de George Bataille, incluso releí algunos libros que había leído hace muchos años, y para mí fue una verdadera revelación descubrir cómo muchas cosas que he dicho en “Historia de un deicidio” proceden indiscutiblemente   de Bataille, de su “Literatura y el mal”, que yo leí con gran entusiasmo hace unos diez o doce años y que creía haber olvidado. Ciertas concepciones, una cierta visión maldita de la vocación literaria, fue descubierta en mí por la lectura de Bataille. Yo no tengo ningún temor a denunciar mis influencias. Lo que pasa es que un autor no es muchas veces consciente de sus influencias, de pronto una novela, un poema leídos distraídamente, se fijan e influyen más que las obras que más nos gustan. En todo caso, estoy mucho más cerca de los novelistas que escribieron el “Amadis….” o “La guerra y la paz”, que de los jóvenes experimentalistas y estructuralistas contemporáneos (a pesar de que has contrasueleado  el lenguaje tanto como ellos), sí, pero yo con la idea de, a través de esos contrasuelazos, hacer más claras ciertas personalidades, ciertas acciones. (¿No hay un libro que últimamente te haya impresionado sobremanera?), bueno, sí, he releído “Madame Bovary” (siempre recurrente), pero ahora lo he leído por razones más interesadas que otras veces, porque va a salir una nueva traducción y entonces voy a escribir un prólogo, y ha sido una experiencia muy hermosa, porque el poder de hechizamiento del libro se mantiene intacto……Yo reconozco que uno de mis defectos es una cierta tendencia hacia la proliferación, a mí podría  ocurrirme empezar a escribir una novela  y ya no terminar nunca más, seguir escribiendo, es una especie de amenaza que siento como posible, no solamente como una broma….Bueno, yo sigo siendo optimista en el sentido de que el socialismo tendrá que avanzar hacia formas menos rígidas, hacia formas democráticas, de tolerancia, y que el triunfo de los oscurantistas y de los dogmáticos será siempre pasajero, pienso que el socialismo marcha porque tiene que marchar hacia estructuras más plurales (hacia una situación óptima en la cual tú seguirías siendo el cuestionador repulsivo para los congeladores del sistema), yo creo que esa sería la función de la literatura, sí, creo que dentro de esa sociedad infinitamente mejor que admitiera  la discrepancia, el rol del escritor sería demostrar a sus lectores, que serían todos, que la realidad siempre está mal hecha, que siempre tiene imperfecciones, que siempre se debe exigir más, que la historia debe marchar hacia esa imposible felicidad general, (a propósito de felicidad, tú pareces  haber sobrevivido a la fama), mira, cuando yo empecé a publicar y ocurrió todo, bueno, me sentí inmensamente halagado, un poco mareado. Y ahora que han pasado como diez años te puedo decir con toda sinceridad que eso que se llama la fama no ha hecho sino crearme dificultades y problemas, es una de las cosas que conspira más contra mi trabajo, ha disminuido inmensamente mi libertad de movimiento. Es increíble cómo afecta eso de ser un personaje más o menos público, y lo peor es que uno no sabe si todo eso que se rechaza, que conscientemente se juzga como una tontería, de una transitoriedad total, uno no sabe si en el fondo es afectado, dañado por la persecución. Yo acabo de tener una especie de polémica, tú sabes, en Caracas. Angel Rama nos acusó públicamente a los escritores del llamado boom de ser unas vedettes, de buscar ser personajes públicos, y eso fue algo tremendamente doloroso, porque yo creo que el malentendido que convierte en personaje a un escritor, que le da la popularidad de un futbolista o de un cantante, es algo que ni por el más frívolo y superficial autor puede ser deseado, porque eso sólo trae complicaciones, y tú no puedes decir nada que inmediatamente no sea manipulado, distorsionado, y tendrías que pasarte la vida desmintiendo, aclarando. Entonces dices no concedo más un reportaje y apareces como un pedante, un soberano creído, y es una imagen que tampoco quiero dar. Ahora, lo que me consuela es que sé que eso es absolutamente efímero, (la imagen de Vargas Llosa es la de un escritor congénito, alguien que trajo al mundo ese defecto de fábrica, pero imagínate –haz un esfuerzo  descomunal- que la literatura no existiese sobre la faz de la tierra), pues sería un hombre de acción, no un científico, no un hombre de gabinete, sino alguien volcado hacia afuera, si hubiera vivido en el siglo XIX me hubiera gustado tener la vida que tuvo Conrad antes de ser escritor, un aventurero, un explorador, tengo una nostalgia de la que no me he librado nunca, quizá cierta frustración de ese tipo es la que hace que para mí la acción sea tan importante en lo que escribo, tan fundamental, eso es lo que me hubiera gustado ser, sí.

Vargas Llosa Segun Vargas Llosa- Caretas- 1972

martes, 7 de diciembre de 2010


Rehenes de Gamarra




Este es el video sin editar que ninguno de los canales se atrevió a retransmitir de los sucesos en el Banco Continental del jirón Gamarra. En él se aprecia, en primer  lugar, la valiente performance del videoreportero Romel  Álvarez  de Panamericana Televisión, a la vez que sus imágenes resumen las horas de terror vividas en ese  recinto. También perenniza el desasosiego, el miedo y  la violencia que una sociedad  hacinada y sin orden es capaz de anidar en la mente de un joven desbocado y sin rumbo.

El camarógrafo supo retener su posición privilegiada pese a los varios intentos de los agentes SUAT por desalojarlo. Se hizo pasar como hombre de “inteligencia” y así pudo captar éstas escalofriantes imágenes, con primeros planos que detallaban el dolor y sufrimiento de los sobrevivientes, mientras que la vida de su verdugo se extinguía en las frías losetas de la agencia bancaria.

Una historia inédita

Había pasado apenas el mediodía del viernes 3 de diciembre y el emporio comercial de Gamarra se aprestaba a retomar su vértigo. Los cambistas afincados en la vereda del céntrico Banco Continental  (ubicado debajo de la gigantesca galería “Guisado Hnos” ), con sus conocidos  chalecos verde fosforescente, contaban maniáticamente sus billetes como llamando en un rito inconsciente a sus clientes. Nadie presagiaba que la monotonía iba a ser rota tan violentamente.

Sucedió en segundos. Cambistas  y transeúntes solo vieron salir despavoridos a dos policías y varios civiles de la puerta principal que se cerraba desde dentro con una sonora cadena.

Horas antes un dispositivo especial de seguridad e inteligencia se había desplegado por las 40 manzanas que conforman la zona comercial más pujante del país. Justamente,  las fuerzas de seguridad esperaban alguna acción llamativa de los remanentes senderistas en la capital ya que ese día era el  cumpleaños de su líder histórico, preso en la base naval del Callao. Por la zona, decenas de policías estuvieron pidiendo documentos a los que consideraban sospechosos.

Tarde de perros

Un alucinado asaltante había ingresado al recinto, cargado con dispositivos electrónicos, una pistola y un maletín bomba. Era un suicidio planificado. Se había cubierto el rostro prolijamente para que nadie lo reconociera en las imágenes de las cámaras de seguridad y pudieran interferir en sus planes utilizando a conocidos y familiares para hacerlo cambiar de actitud.

Sus delirios, fracasos consecutivos y  frustrados afanes de reconocimiento juvenil  habían mellado su psiquis. Su mundo se había derrumbado y con él sus afanes inconscientes de vengarse de una sociedad que nunca lo albergó llegaron a su pico más alto. Sus años en la milicia solo le sirvieron para cristalizar sus afanes violentos anidados en su alma desconsolada.

Lo demás es historia conocida. Un certero disparo en la sien acabó al fin con su pesadilla y la tarde de terror que había planificado macabramente. Más de treinta personas sobrevivieron al infierno desatado por aquel enajenado muchacho provinciano al que su madre le puso como nombre un apellido y  la dura realidad capitalina se encargó de expectorar en una tarde de perros.

viernes, 3 de diciembre de 2010


El alcalde y las chalinas



Por Gustavo Gorriti
Fuente: revista Caretas
02 de diciembre de 2010




De acuerdo con el lenguaje de sus acciones, porque del verbal apenas se le conoce el silencio, Antonio Meier, el todavía alcalde de San Isidro, considera que la historia del Perú asusta a los niños de su distrito. Lo que le falta es pedirle a Disney que la transforme.
El asunto es tan absurdo que uno vacila entre la indignación y la risa. Es la farsa que se alucina drama, el cretinismo con aires solemnes.


El primer acto fue el día jueves 25. La muestra sobre la chalina de la esperanza se inauguró en la biblioteca de la municipalidad de San Isidro. El trabajo estuvo a cargo de un colectivo de dos fotógrafas y una periodista, que escogió un nombre: Desvela, sugerente a la vez de insomnios y revelaciones. Paola Ugaz, Morgana Vargas Llosa y Marina García Burgos tuvieron la idea de que las miles de memorias heridas, los lutos que oscurecen la supervivencia, las desapariciones que se clavan en el recuerdo, pudieran tejerse y así, punto a punto, reconstruirse para dejar de penar.


Tuvieron la idea, según entiendo, al cubrir el trabajo de antropología forense en Putis y hablar con los sobrevivientes. Y así fueron conociendo otros y otros casos. Hablar con una madre cada vez más anciana, que recuerda a su hija eternamente joven, tal como era el día que la vio por última vez, y que sigue pensando en encontrarla porque no la pudo despedir. No una, decenas, centenares de casos de vidas en las que todo se marchita menos el dolor.
Así que las animaron a tejer sus recuerdos y sus casi siempre imposibles esperanzas en chalinas individuales. Luego las unieron en un tejido que se hizo una muy larga fila de memorias, de nombres, de vidas, al fin juntos.


El colectivo se desveló de veras para montar la muestra. Estuve en la inauguración y, como casi todos los muchos asistentes, quedé impresionado por la enorme fuerza de representación de ese tejido multitudinario. “Ahí está mi hijo”, señaló una señora un retazo de la chalina donde estaba tejido un nombre y una fecha ya lejana. La noté conmovida pero sin la pena de estar sola. La memoria que ella no dejó de recordar y buscar ni por un día, estaba ahora abrigada y  no estaba sola.


Al fondo, en una pantalla grande, se sucedía una muestra de las fotos más representativas de los años de violencia. Ahí estaban fundamentalmente las fotos de Óscar Medrano y también había varias de Vera Lentz, Carlos Bendezú, Morgana Vargas Llosa y Marina García Burgos.
Y así terminó el acto del jueves por la noche.
El viernes sacaron el televisor y cancelaron el video y el audio. Lo hizo María Paz Ortiz de Zevallos, una funcionaria de la municipalidad que actuó por orden de Antonio Meier.
El sábado por la mañana, Paola Ugaz fue a ver cómo iba la muestra y se encontró con que no solo habían sacado toda la exposición de fotos y de audio sino que habían puesto barreras para que no se pudiera ingresar a la muestra de chalinas.


Ese día y el domingo fue creciendo el escándalo. El domingo por la noche hubo una reunión final del Colectivo con Ortiz de Zevallos quien repitió que la orden de Meier había sido retirar la muestra de fotos porque, según dijo, “los niños son los principales afectados”. Dijo además, según una de las participantes en la reunión, que las fotos “eran tendenciosas” y que debieran haber sacado a señoras tejiendo bucólicamente.
El lunes, con algunos incidentes entre periodistas y miembros de seguridad municipal, las organizadoras retiraron la muestra, que logró un record doble: la chalina más larga exhibida por el período más corto.


Eso es lo que pasó. Y el incidente me hizo recordar y extrañar a Hubert Lanssiers, filósofo, maestro, noble capellán de prisiones: “A mi una cosa que me resulta muy cansadora”, me dijo en una entrevista, “es luchar contra la imbecilidad. Tú puedes luchar contra la maldad, que tiene una cierta lógica, pero contra la necedad es imposible. El tipo esta cerrado, sin grietas, sin fallas”.


¿Qué consejo se le puede dar a un necio militante? ¿Qué puede hacer para que no se le asusten los niños?


¿Por qué no les enseña nuestra historia interpretada por el ratón Mickey, el pato Donald, el perro Pluto y la vaca Clarabella? ¿Un solemne Tribilín despachando en la alcaldía?
Junto con la corrupción, uno de los grandes problemas en el país es el de la expansiva estupidez. Que se siente digna y respetable en su momento más cretino.


Es verdad que la desinformación de individuos como Rafael Rey, que han atacado el derecho a la verdad para reemplazarlo por supercherías, ha persuadido a algunos simplones y estimulado a otros cínicos.


Pero sostener, como hizo Meier a través de su funcionaria, que las fotos de Óscar Medrano, que retrató al país en su hora más trágica y recogió las luctuosas imágenes de los hechos de la guerra con una visión permeada por el respeto a las personas y el cariño por su pueblo ayacuchano, deben ser censuradas porque asustan a los niños, solo me indican que quizá no solo es improductivo sino excesivo criticar al aún alcalde. A algunos les cuesta llegar a ser inimputables. A otros les sobra la vocación.


Si alguna utilidad emerge de este patético episodio, debiera ser la decisión –ojalá que de la inmensa mayoría– de reclamar el derecho a la verdad; de superar la pugna estéril de grupos y sectores por imponer una versión de la historia antes que la búsqueda de la verdad de los hechos pasados.


Hacerlo ya es lo suficientemente difícil. Tener que pelear por el derecho a investigar, descubrir, revelar, es inaceptable. La verdad puede ser incómoda, pero es una, no varias. Y por dura que sea, enseña. Esconderla tiene, en el medio y largo plazo, un precio mayor que la ignorancia.

sábado, 6 de noviembre de 2010


Google Street View: El Gran Hermano nos observa

sábado 6 de noviembre de 2010

Fuente original: Chile Liberal


La tecnología de Google Street View está a punto de instaurar una sociedad del panóptico

Michel Foucault, un filósofo francés, fue quien comparó la sociedad actual con el panóptico, un tipo arquitectónico de cárcel concebido por el filósofo liberal Jeremy Bentham, en el que los reos son observados por un único celador desde un punto central. Bentham consideraba necesario que los antisociales se sintiesen observados mientras cumplían su sentencia, y que el sentido de vigilancia sobre ellos lograse hacerlos recapacitar sobre sus faltas, con la esperanza de así devolveros rehabilitados a la sociedad. Foucault, genialmente, sostuvo que las la imposición de estructuras sociales jerárquicas actuales buscan normalizar a los individuos, hasta domarlos, lo que en la práctica asemeja a la sociedad  con un gran panóptico.

George Orwell, novelista británico, en su famosísimo libro 1984 nos describe una sociedad colectivista en que la tecnología se pone a disposición de quienes buscan dominar a los individuos. Muchos han notado la colectivización y alienación de los individuos en la sociedad actual a través del poder ejercido sobre nosotros con las cámaras de seguridad vigilancia. El caso más dramático es el Reino Unido, donde se contabiliza una cámara por cada 16 personas, con un gran total de 4,2 millones de cámaras, sin que se aprecie merma alguna en la disminución de los índices de delincuencia, pero el resultado ha sido nefasto: unos pocos, amparados en el poder coercitivo de la ley, vigilan a muchos. Te vigilan a ti. El Gran Hermano te observa. Sonríe.

Hacia la sociedad de la vigilancia
Ya sabemos que hay intentos por dominar la Internet. El probema comienza a ser grave cuando no sólo caminamos como sonámbulos hacia una sociedad del Gran Hermano, sino cuando ya se implanta. Una de las empresas que más admiramos, Google, ha salido con la macabra idea de fotografiar casas y calles  y ordenar esta información en sus bases de datos y ponerlas a disposición de los internautas. El resultado es la brutalidad de que la propiedad privada de los individuos ha sidio violada al fotografiar, sin permiso, sus hogares. Incluso se ha llegado a una situación tan anómala como la de recopilar datos de los propios usuarios. O sea Google, una empresa privada, fotografía tu casa sin autorización, recopila tus información personal y forma una base de datos. Esto es inaceptable.

El tema no es para la risa cuando sabemos que los vehículos que usó Google para fotografiar casas también han captado gente. ¿Qué pasa si fotografian a un familiar tuyo fallecido recientemente? Google ha respondido ante las protestas de grupos de defensa de las libertades indivduales alegando que uno puede salirse del sistema. 244.000 alemanes así lo han hecho, gracias a las leyes de protección ciudadana de aquel país (el fantasma del nazismo ha dejado a los alemanes alertas ante cualquier intromisión).

Cómo defendernos
La cuestión de fondo es que una empresa privada puede también vulnerarnos, tal como lo hace el gobierno. El caso más claro de abuso de poder es el maldito carné de identidad. Es imposible decir "no, señor burócrata, no quiero tener carné de identidad ni me lo pida, mi nombre es Perico, no le muestro mi foto". Sólo el Reino Unido e Irlanda aún mantienen una masa crítica de grupos de defensa ciudadana que jamás aceptarán el carné. Pero, por otro, estos países son los más vigilados por el Estado. Peor aún, incluso los privados pueden abusar, como lo demuestra Google Street View

En este caso, es esperable que tanto el Estado como los privados se anulen a sí mismos y dejen a los individuos en paz. El gobierno checo por ejemplo prohibió Google Street View de rompe y raja, lo que demuestra que el gobierno puede emplear el poder coercitivo de la ley para defender a los ciudadanos. A pesar de ser la República Checa un país pobre y aún empantanado en una colosal burocracia post-comunista, ha demostrado gran visión al prohibir Google Street View (el fantasma del comunismo aún pena). En realidad, ambos, burócratas y privados, pueden abusar del poder. Los ciudadanos deben siempre estar alertas para mantener el frágil equilibrio entre regulación y laissez-faire, entre gobierno y privados, entre defensa de derechos y defensa ante el gobierno (a este conjunto es lo que llamamos "política").

Lo que corresponde es que cada cual entregue su consentimiento para ser fotografiado, sea él mismo o su propiedad. Si cada uno decide —libremente— entregarle sus datos a Google Street View, ¿qué le importa al resto? Si hay mutuo acuerdo, entonces perfecto.

Si para Google es impracticable solicitar autorización previa, entonces debió desistir de esta iniciativa, por loable que pareciese. Esta empresa es un ejemplo admirable de lo que se logra en una sociedad abierta, donde un joven ruso y su amigo norteamericano pueden iniciar un emprendimiento cuyos servicios han permitido organizar la Internet y promover el traspaso de información a escala sin precedente en la historia. Pero es necesario poner límites. Si debemos recurrir a la ley, que así sea. 

Justamente, la postura filosófica de Chile Liberal es designar al gobierno y su poder para que defienda nuestros derechos, no para vulnerarnos ni para otorgarnos derechos, sino para resguardarlos incluso  contra los embistes de una empresa privada que, en teoría, como todo privado, no puede obtener algo de un consuidor sin consentimiento.

El fiasco de Google Street View demuestra la importancia de un Estado mínimo y un gobierno limitado.


Alertados sobre la presencia de las cámaras de Google, dos usuarios decidieron mostrar su anatomía posterior. La foto quedó en el sistema, pero censurada por Google

El panóptico, la cárcel perfecta de Jeremy Bentham


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Publicado originalmente el Miércoles, 11 April 2007 
Fuente: Versvs

Una vez me dijeron que «la cárcel es un lugar donde se hacen experimentos sociales». No todos los experimentos sociales en las cárceles son represivos (los hay integradores), pero la gran mayoría sí. ¿Por qué? Porque si una técnica de represión es aceptada bien por los reclusos y se los consigue doblegar, sin duda alguna también servirá para controlar a la gran masa de población, que es en promedio bastante más dócil y obediente que la población reclusa.

Analicemos el ejemplo de la videovigilancia. Hace ya algunas decadas que la videovigilancia se emplea en cárceles, y sólo hace unos pocos años está dando el salto al mundo civil, a las calles por las que todos nosotros paseamos. Sólo ahora que su eficacia para el control de los reclusos ya está demostrada nos las imponen en las calles. Se aplican así a las personas libres, inocentes mientras se demuestre lo contrario, técnicas de control y coacción. De este modo emplear alta tecnología (lo que en cada momento de la historia sea alta tecnología) para controlar reclusos puede parecer algo nuevo, cuando no lo es en absoluto.

En el origen de la videovigilancia moderna tenemos a Jeremy Bentham, filósofo, y el panóptico, del latín (pan-, todo; -óptico, visión), un modelo de cárcel ideado por él. Bentham es, desde mi punto de vista, el padre de la vigilancia social moderna. El panóptico de Bentham es en realidad una cárcel en la cual todo se puede vigilar desde un único punto, con la ventaja añadida de que puede hacerse sin ser visto. En una cárcel de este tipo el vigilante se sitúa en el centro del edificio y tiene acceso visual a todas las celdas, pero no puede ser visto ni oído. Las celdas están, además, separadas unas de otras. De este modo el recluso no saben en ningún momento cuándo está siendo vigilado o cuando el vigilante está en la otra parte de la plataforma vigilando a otro recluso. Podría haber varios vigilantes, podría haber sólo uno y estar durmiendo, podría no haber nadie en el puesto de vigía... el recluso no lo sabe y no tiene manera de averiguarlo.

La idea tras este diseño no es otra que la de gobernar a los reclusos con el miedo. Coetáneo de la revolución francesa, Bentham había comprendido perfectamente que las viejas formas de castigo ya no servían, y que con la nueva democracia, para evitar el crimen se perseguía no tanto castigar el delito como evitarlo; si bien la democracia pretendía evitar este crimen reinsertando al preso (esta idea persiste en la mayoría de democracias modernas y es la que hace que no haya ni pena de muerte ni cadena perpetua en el sistema penal español), y no asustándolo preventivamente como a una comadreja. Y es que en este panóptico ni siquiera hace falta que el vigilante vigile, bastaría con que los vigilados sientan que podrían ser vistos haciendo algo que no deben, bastaría la idea de mirada, aunque ésta no exista todo el tiempo, sintiéndola pesar sobre sí, para que el individuo termine por interiorizarla hasta el punto de vigilarse a sí mismo y actuar en consecuencia. La mirada, el panóptico en sí, es la idea del poder en sí mismo: poder para controlar a las personas y modificar su conducta.

Esta cárcel perfecta (reclusos que se autolimitan, reducción del número de vigilantes y por tanto de los costes de mantener la prisión) jamás llegó a construirse, a pesar de que Bentham empleó en ello una parte de su fortuna, pues para cuando estuvo ideada la corona inglesa estaba más preocupada por luchar contra Napoleón que por construir modernas prisiones. Sin embargo, desde aquel momento todas las cárceles y centros de trabajo se han construído siguiendo este modelo panóptico de vigilancia. ¿Por qué? Porque tanto en cárceles como en fábricas la idea de que «el jefe» o el «vigilante» siempre te van a ver cuando hagas algo incorrecto era útil al sistema. El miedo preventivo a que nos pillen fuera de nuestro lugar de trabajo está interioriado por todos.

Y es por eso que ahora las ciudades se convierten en panópticos, espacios de vigilancia perfecta repletos de videocámaras que nos coartan, del mismo modo que la RFID modifica nuestra conducta, y nos vigilan para devolvernos a un momento pasado de nuestra historia que no deberíamos repetir.

MÁS:
En España es creciente el rechazo a videovigilancia



martes, 26 de octubre de 2010


¡ES SUSANA!...o no?.El conteo según la ONPE

viernes, 15 de octubre de 2010


DE LA PATADA A LA CACHETADA ARTERA


Cachetada avisa, como diría Augusto Álvarez Rodrich. Pero lo de la semana pasada más bien se trató de la arrogancia presidencial por unas canas mal pintadas y mal traídas. 

Recapitulemos la historia. Alan García cosechó todas las silbatinas, desprecios y odios a raíz de su desastroso primer gobierno. Hoy, luego de exactamente 20 años, el robusto primer mandatario del Perú cree haber superado el desprecio popular e infla la pechuga desafiante ante quien se atreve encararlo.

Se cree el Mesías que con su astucia a mejorado la economía, el único impulsor de las nuevas arcas de la Nación. Se niega a aceptar que hubo dos gobiernos anteriores que pusieron sólidos cimientos provocando que la economía despegara.

Si algo hay que reconocerle a García Pérez (aparte de no haber pervertido  la política económica iniciada el año 2000 gracias a su estrategia del “muertito”) es haber sobrellevado con ministros de economía de lujo la terrible crisis financiera mundial.

Pero el actual inquilino de la Casa de Pizarro acaba de dar dos muestras de soberbia muy peligrosas que podría acarrear el rápido deterioro de su imagen de no contener sus ínfulas.

LA COMESON DEL QUINTO AÑO

Alan García no solo pasó de la patada artera contra el buen Lora a la cachetada cobarde, refrendada por una docena de sus gorilones, al joven voluntario de ESSALUD. También se ha atrevido en las últimas semanas a perturbar el libre ejercicio de prensa y expresión en los canales de TV. Antes había intentado groseramente tomar Panamericana Televisión, vía testaferros, ante la caída en desgracia de Genaro Delgado Parker.

Ahora último presionó a los directivos del 5 para que no se transmitiera vía “Enemigos Públicos” un reportaje sobre el incidente del  cachetadón. Luego, cuando Bayly comenzó a enfilar sus críticas contra el presidente, hizo llegar un mensaje a  Baruch  Ivcher  para que frenara la viada del “tio terrible”. Constantes cintillos, señalando que el canal no respaldaba las versiones del Bayly, terminaron con su renuncia.

García se ha pasado toda la semana intentando negar lo innegable: Decenas de testigos, con videos en mano, aseguran haber presenciado una cobarde agresión física del presidente contra el mencionado joven que a todas luces padece de una alteración en su psiquis. Recordemos que hace cinco años atrás, cuando enfilaba su campaña presidencial, lo mismo hizo contra el enajenado  Lora. Esa vez se trató de un traicionero puntapié en la espalda del distraído simpatizante.

Alan García tiene antecedentes de descontrolarse en su último año de gobierno. Al final de su periodo 1985-1990 también se la enfiló contra la prensa. Aunque los medios de la época eran diferentes y la violencia política arreciaba, García se dio el gusto de cerrar de un solo zarpazo a los periódicos Cambio y El Diario. Claro, que éstos medios en su última etapa hicieron abierta apología del terrorismo, incitando al odio y avalando los crímenes de los dos grupos, dando así motivos legales suficientes para merecer su clausura.

Al  Alan García inflado de poder de los últimos tiempos, le haría mucho bien reflexionar sobre la trascendencia de sus actos ya que con su descontrol ante las críticas, insultos y preguntas incómodas de la prensa solo incentiva que la ola de violencia e intolerancia se enraíce en nuestra sociedad.

MÁS:
El Poder que Mata 2 -Diario Trome
Lo que la cachetada nos dejó - Patricia del Río
Seducción y Chantaje - Augusto Álvarez Rodrich
Martes Negro - Fernando Rospigliosi
Que pida disculpas - Federico Salazar
La mente del transformer - Jorge Bruce
Un país de maricas - Fritz Du Bois
De la patada a la cachetada - Rosa María Palacios
De la "patadita" al bofetón - Juan Carlos tafur


El bofetón en imágenes
                                           Composición : El Otorongo
                                          Foto: Mónica Palomo


                                       Fotos Diario 16
Los descargos de Juan Carlos Tafur en el portal Número Zero

domingo, 10 de octubre de 2010


"El Perú soy Yo"


Es cierto, Mario Vargas Llosa representa todas las sangres de ésta nación que nos alberga, que a veces nos desune, que nos emociona cada cierto tiempo. Mario, el ahora Nobel, ha sido dotado por Dios de un espíritu malditamente incansable para narrar las cosas que nos suceden a los simples mortales. Más que un literato es un narrador de historias, la mayoría de ellas reales, recopiladas minuciosamente por su pegajosa tinta. A Mario lo conocí hace 23 años , en 1987, cuando se aprestaba a tentar la Presidencia, cuando sus inquietos humores rebalsaban al ver como el joven Alan García destruía la economía del país.

Un día nublado llegó al aeropuerto Jorge Chávez acompañado de su guapa esposa Patricia. Ambos todavía jóvenes, ella más que él. La ingrata y aburrida cobertura periodística en los terminales aéreos tiene eso de bondadoso: que conoces a  gente importante sin proponértelo. Ese día Mario fue abordado por los periodistas destacados allí y absolvió cada una de sus inquietudes, mientras que Patricia nos entretenía tras bambalinas con su perfume y una sonrisa cálida.

Pero Mario no presagiaba ser el incomprendido más notable que nuestra historia haya despreciado. Tuvo una agitada campaña presidencial que lo condujo a enfrentarse con lo más rancio de los retrógrados que aspiraban a revivir un estado socialista o castrador de toda aspiración a la modernidad.

Mario no aprendió a mentir desde chico, nadie se lo enseñó. En toda su campaña se pasó de honesto, de sincero y habló con la verdad, por eso perdió. A lo que se sumó la trama siniestra de García Pérez  quien movió todos los hilos del Estado, incluso fundando un periódico para demoler la figura de Vargas Llosa y permitir el triunfo de esa tromba populista llamada Fujimori. Lo demás es historia.

Mientras que el candidato lapidado por las injurias presidenciales  y de seudos revolucionarios como Javier diez Canseco es hoy el Nobel de Literatura, el ganador de esa contienda está preso pagando sus culpas. Son los avatares de la vida. Para muchos, de haber llegado Vargas Llosa a la presidencia del  Perú,  la humanidad se habría perdido varios de sus Best Sellers. Así que Alan García, sin quererlo, ha contribuido doblemente para que la fundación sueca haya decidido otorgarle el Nobel a Mario. Primero, impidió que el escritor alcance la presidencia, por ende, permitió que prosiga con su rica obra y, segundo, recientemente provocó  su renuncia a la dirección al Museo de la Memoria al intentar pasar de contrabando una ley de amnistía para favorecer a los militares acusados de asesinatos de lesa humanidad.

La fundación de Alfred Nobel  suele otorgar distinciones anuales a aquellos notables ligados a las luchas sociales y no a un liberal como Mario, pero éste último acontecimiento  precipitó el logro más perseguido por el admirador del hipopótamo. Buena por él y por el Perú, no por aquellos innobles que pretenden subirse  al carro triunfal a último momento.

Claro que Mario representa al Perú con todos sus bemoles. Por ese “varguitas” que apabulló  con elocuencia literal en sus primeras obras, hasta el escritor maduro de hoy, han pasado los caudales de triunfos y derrotas de los peruanos. También la sangre, sudor y lágrimas de todas las vertientes que conforman nuestra nación. Cómo discriminarle entonces su derecho a ser uno de los nuestros, si siempre nos ha tenido entre sus genios y demonios.



viernes, 1 de octubre de 2010


EL “ELECTARADO” Y SUS DOS OPCIONES


01 de octubre de 2010

Cortinas van, cortinas vienen. Liberaron a una terruca y la prensa (con su capacidad de arrastre en la opinión pública) nos jala de las narices tras la noticia. Aunque en unos días, seguramente, la viuda de Serpa Cartolini será devuelta a prisión. Lo mismo sucedió con la Berenson. Y es que pronto las elecciones vecinales será cosa del pasado y las miradas estarán puestas en otro lado. Total, suelen tratarnos como a una masa apenas pensante. Un “electarado” que resulta fácil de conducir, de arrear.

Lo percibido en ésta lid electoral por las alcaldías y gobiernos regionales es  el entremés de lo que vendrá para las presidenciales del próximo año.Una guerra que será más que sucia. El grotesco papel  desempeñado por el bautizado “huevo duro” es solo una bombita de ensayo diseñada por el departamento de psicosociales de la mafia fujimontesinista comandada por Raffo y sus impunes chacales chuponeadores. Atrás quedó Kouri el alfil de ensayo que se dejó sacar de la contienda por un infantil error de su comando de campaña.

Recordemos que Fernán Altuve, el aparentemente candidato simplón  (hoy dedicado a huevear al “electarado”) fue parte de la eminencia  gris de la mafia en su último tramo, cuando basando en su pericia legal se encargó de justificar y defender con ardor los crímenes y acciones mafiosas del japonés y su corte. El país no debería olvidar a los Siura, Espichán, Martha Chávez y Altuve porque fueron ellos quienes -abusando de sus dotes cínicas y un descaro  patológicos-  tejieron finamente un manto de impunidad cuando los brotes de pus emergían incontenibles desde el régimen del hoy inquilino de Barbadillo.

Los grupos de poder aplicando la oscura estrategia de la propaganda política de “simplificación y enemigo único” han encaminado a la ciudadanía a una elección de dos. Los demás (con su propuesta bajo el brazo) ya no importan. Las rimbombantes  simulaciones con cédula en mano y encuestas solventadas por interesados dan como  contendores únicos a dos mujeres. Lourdes Flores y Susana Villarán se disputan la atención mediática (y también la de los votantes condicionados por la propaganda política).

Las dos tienen sus "anticuchos": sus pasados plagados de errores humanos y un presente salpicado de omisiones y mentiras que podría costarles la elección. Será  finalmente los ciudadanos de a pie quienes decidan. Esos ciudadanos condicionados por la ignorancia de propuesta pero siempre atentos al show mediático, a ese túnel al que cada cierto tiempo los conducen los grandes operadores sociales.

A estas alturas cabe exigir una pronta reforma del sistema electoral que ponga en vitrina a la verdadera expresión democrática de los electores, en donde prime la elección de vecinos notables que representen los intereses de las mayorías. Mientras tanto debemos conformarnos con simulacros democráticos que aspiran a recambiar a las autoridades que regirán nuestro  destino.

MÁS:
Voto de conciencia - Juan Incháustegui V.
Cuidado con el tamaño del dragón - Martha Meier M.Q.
Cuestión de principios - Hugo Guerra
Futuro incierto - Augusto Álvarez Rodrich
Publicar y mentir - Raúl Tola

jueves, 30 de septiembre de 2010


La Izquierda democrática


LO QUE SIGNIFICA LA OPCIÓN SUSANA VILLARÁN
Por: Henry Pease *
Jueves 30 de Setiembre del 2010
Nos acercamos al final de la campaña municipal con varias lecciones. La primera tiene que ver con la corrupción y la decencia en política. Álex Kouri tuvo la osadía de aspirar al gobierno de Lima tras el escándalo de sus ‘vladivideos’ corruptos y el peaje chalaco en una obra muy discutible; Lourdes Flores le salió al frente con valentía y decisión. Pero Kouri persistió en errores ética y políticamente enormes. Trató de engañar confundiendo domicilio legal con vecindad y para colmo se inscribió desde un partido inexistente, simple franquicia para ofrecerse como vientre de alquiler. El JNE lo sacó de la carrera, pero cuando lo hizo Lourdes ya lo aventajaba en las encuestas. Más de un analista enfatizó que la correcta decisión del jurado lo libró de la derrota, pero no lo libró de la crítica ética y democrática.
La coyuntura cambió y se volvió contra Lourdes no solo porque no tuvo un discurso distinto a tiempo sino porque le saltó a la cara el Caso Cataño. Seamos claros, nadie ha acusado de corrupción a Lourdes pero los servicios profesionales de un político tienen más limitaciones que los de los demás abogados. Eso se ha usado y le hizo daño, pero tampoco sirvió a Lourdes unirse al coro macartista contra Susana Villarán, porque la sepultó en su nicho de votos propios y perdió la intención de voto que ganó al posicionarse contra Kouri.
En esa misma coyuntura se posicionó Susana. Tuvo la capacidad política para torear la campaña y subir. No está dicha la última palabra pero ya se pueden ver más fortalezas que debilidades. Ella representa una apuesta de izquierda democrática y su partido es una agrupación que expresa una nueva generación, que no tiene las limitaciones ni los prejuicios de etapas anteriores que no vivieron la mayoría de sus integrantes. Su mensaje tiene la frescura de la personalidad de Susana y la modernidad que le aportan profesionales bien capacitados, con experiencia técnica y de gobierno. Ministra de la Mujer con Valentín Paniagua y Javier Pérez de Cuéllar, exhibe estas credenciales democráticas y el orgullo de haber sido integrante del gobierno que abrió la lucha contra la corrupción fujimorista y dejó una huella de honorabilidad y transparencia ejemplar.
La campaña macartista de algunos medios se estrelló con decisiones rápidas de Susana para corregir lo poco que había que corregir –sacar al candidato a regidor denunciado de violentista casi en el acto, a pesar de que con el puesto 39 no iba a salir elegido–, y respondió con iniciativa cada agresión. La guerra sucia siguió desde varios lados y afectó a Lourdes con el ‘chuponeo’ telefónico, pero no ha logrado sus objetivos. El papelón de Pedro Pablo Kuczynski debiera enseñar a nuestra derecha lo que los liberales siempre comprendieron: no vale excluir al otro ni jugar al cuco. Todo régimen democrático gana si tiene una izquierda democrática y moderna. Eso es lo que representa Susana Villarán y sus alianzas, que tanto levantan sus adversarios, son eso: alianzas y no definen con su cuota de poder el rumbo de Fuerza Social.
Ha crecido el número de ciudadanos que rechaza la corrupción, y quienes aspiren a ejercer cargos públicos deben ser más prolijos porque serán escrutados. Lo que sí es urgente es un pacto contra el ‘chuponeo’, que debe incluir a los medios o tendremos que comunicarnos en morse o algún lenguaje críptico.
Dos mujeres valiosas son las protagonistas. No son caudillos ni su equivalente femenino. Estamos avanzando en democracia.
[*] Ex presidente del Congreso

Susana y Fuerza Social


30 de septiembre de 2010

He acompañado el surgimiento de Fuerza Social (FS) y su antecesor, el Partido por la Democracia Social (PDS), desde sus inicios. Como testigo privilegiado he visto el enorme esfuerzo que ha representado construir un partido innovador, comprometido con la democracia y la descentralización, la gestión pública eficiente y honesta, la solidaridad y la justicia social, los jóvenes y la equidad de género, el buen funcionamiento del libre mercado y la protección del medio ambiente, la diversidad cultural y la igualdad de oportunidades. El Ideario de Fuerza Social resume este nuevo enfoque, y más de un decenio de práctica política demuestra que los miembros de este partido hemos sido fieles a él. 

Susana Villarán representa la renovación de la política en nuestro país. Sus valores y trayectoria, su sinceridad y apertura, su compromiso y experiencia, así como su ecuanimidad ante vitriólicos ataques, demuestran lo que debe ser un político a carta cabal. Susana ha sido acusada de ser caballo de Troya de una izquierda radical, de amenazar la estabilidad económica y de ser una improvisada sin equipo —todo sin fundamento y fuera de la realidad, que debemos rechazar.

Fuerza Social ha hecho un cristalino deslinde con la violencia y la subversión, tanto en sus planteamientos como en la práctica cotidiana. En numerosas reuniones partidarias se ha rechazado tajantemente las posiciones extremistas y radicales. La política de alianzas y apertura a otras tiendas políticas está predicada en el respeto al estado de derecho, las normas democráticas y el rechazo a la violencia en todas sus formas. Nuestros dirigentes tienen esto muy claro. Como dice nuestro ideario, no vamos a “hipotecar las decisiones gubernamentales y las políticas públicas a intereses particulares, ni ceder ante las presiones de quienes detentan el poder económico o recurren a la violencia para imponer sus puntos de vista y distorsionar la voluntad popular”.

Fuerza Social apuesta por la economía de mercado y la estabilidad macroeconómica. Esto se recoge en nuestro Ideario: “el mercado ha demostrado ser un mecanismo eficiente para asignar recursos y promover el crecimiento, por lo que debe jugar el papel central en la vida económica de nuestro país. Sin embargo, éste no puede funcionar adecuadamente sin una infraestructura jurídica y de regulación clara e imparcial, que garantice la libre iniciativa y corrija las fallas del mercado”. Creemos en la economía de mercado, pero también en que la regulación eficaz y la participación activa de gremios empresariales, sindicatos de trabajadores y organizaciones de la sociedad civil es necesaria para el buen funcionamiento del mercado.

Fuerza Social agrupa a profesionales y técnicos, dirigentes de base y activistas comunitarios, empresarios y emprendedores, amas de casa y jóvenes entusiastas, entre muchos otros grupos sociales, que comparten la aspiración de renovar la política y avanzar hacia el bienestar y la prosperidad para todos. Esto nos diferencia de otros partidos, en particular aquel en que uno de sus fundadores decía que “los técnicos se alquilan”. La experiencia acumulada en cargos públicos, empresas privadas, centros de investigación, instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil y entidades internacionales hace del equipo de Fuerza Social un grupo cohesionado y coherente, abierto a nuevas ideas y dispuesto a estimular el debate interno, capaz de hacer una gestión pública eficiente, eficaz y honesta.

Los ataques que recibe fuerza social provienen de personas que no nos conocen, defienden las maneras tradicionales de hacer política, o de los “nuevos tontos útiles” (en especial los mediáticos), cuyas críticas estridentes han terminado haciendo que Susana Villarán sea más conocida y apreciada. (Francisco Sagasti*)

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* El autor, consultor internacional en Ciencia y Tecnología, pertenece al partido Fuerza Social y participó en la elaboración de su plan de gobierno.

Susana Villarán ¿La Reina de las mentiras?



Según el diario Correo TAMBIÉN SE OPUSO A LOS HOSPITALES DE LA SOLIDARIDAD Y LA LÍNEA AMARILLA Y LUEGO SE RETRACTÓ.


Correo
30 de septiembre de 2010


La contradicción es su divisa. Si algo ha quedado claro en esta campaña electoral es que la candidata de Fuerza Social, Susana Villarán, ha enarbolado con entusiasmo y persistencia las banderas de la inconsecuencia programática, la propuesta mutante y el "no dije lo que dije".

Y es que sus marchas y contramarchas en temas como la legalización de las drogas, la integración de los Hospitales de la Solidaridad al Ministerio de Salud (Minsa), los impuestos a los autos antiguos y el metro para Lima han desnudado sin pudor la inconsistencia de su proyecto político.

Vayamos por partes. El 22 de julio pasado, cuando su candidatura aún no despegaba, Villarán acudió al programa Enemigos Públicos, en donde confesó que en su juventud consumió marihuana.

Pero la cosa no quedó ahí. Acto seguido, sostuvo que la guerra contra las drogas no se gana ni con represión ni con cultivos alternativos y que la única manera de luchar de manera frontal contra el narcotráfico es legalizando las drogas.

Al ser consultada sobre si se debe legalizar la marihuana y la cocaína, Villarán respondió enfática: "Todo, todo, todo. Debería venderse en farmacias con control de calidad, con un precio accesible, pero con una inmensa campaña contra las drogas".

Sin embargo, hace dos semanas, durante su participación en el CADE de emprendedores, Villarán se defendió de los cuestionamientos señalando que la legalización de las drogas no es un tema de competencia municipal y que no figura en su plan de gobierno. "Pueden revisar de arriba abajo mi plan de gobierno y no van a encontrar nada al respecto", indicó.

HOSPITALES SOLIDARIOS. Días después, el 21 de setiembre, Villarán acudió a RPP y lanzó una de sus propuestas más polémicas: integrar los Hospitales de la Solidaridad al Ministerio de Salud.

"Nosotros queremos integrar eso (los Hospitales de la Solidaridad) en una sola red de servicios con el Minsa. Asegurar la calidad, que las personas puedan tener una historia clínica", afirmó en aquella oportunidad.

Sin embargo, ante la andanada de cuestionamientos que advertían que esto en la práctica implicaba la desaparición de uno de los programas más exitosos de la actual gestión municipal, la candidata de Fuerza Social otra vez retrocedió.

Al día siguiente "aclaró" que una eventual gestión suya no va a transferir los hospitales solidarios a la administración del Minsa y precisó que su intención es mejorar este sistema mediante la integración del "aspecto específico de las historias clínicas al sistema de salud público".

MÁS IMPUESTOS. El mismo 21 de setiembre, en la misma emisora, la candidata de Fuerza Social planteó otra de sus perlas: crear un impuesto a los vehículos usados por contaminar el medio ambiente. "Nosotros sí vamos a pelear por que los carros nuevos no paguen impuestos y los carros antiguos paguen impuestos más altos, como en Canadá, porque contaminan muchísimo más y afectan nuestra salud. Es decir, al revés de lo que actualmente ocurre", sostuvo.

Al día siguiente se desdijo nuevamente y recurrió una vez más al subterfugio de señalar que un alcalde no tiene competencia para proponer la creación de impuestos.

NO AL METRO. Durante su presentación en el programa El Francotirador el 19 de agosto pasado, Villarán prácticamente ninguneó el metro y explicó que su plan de transporte para Lima apuesta por un sistema integrado que disminuirá de 580 a 300 las rutas existentes.

"Lima necesita extenderse, y eso lo vamos a lograr con el sistema integrado y una autoridad exclusiva para el transporte en la municipalidad. Nada haremos poniendo rayitas, metros y esas cosas", subrayó.

En el mismo sentido, el candidato de FS a teniente alcalde, Eduardo Zegarra, expresó hace sólo tres días que "Lima no requiere de un metro". Sin embargo, durante el debate, Villarán aseguró que el plan de Fuerza Social "no se opone a los grandes proyectos", como el del metro para Lima, sino que se dará prioridad al reordenamiento del transporte público.

LAS PROPIEDADES. El viernes 24 de setiembre, un diario local denunció que Villarán no declaró en la hoja de vida que presentó ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) un total de 14 propiedades (que conforman el Centro Comercial El Suche).

La candidata no sólo recurrió a su manoseado recurso de denunciar una supuesta guerra sucia en su contra, sino que además aseguró repetidas veces que no tenía ninguna propiedad.

Pues bien, desde el día de la denuncia hasta el martes último Villarán ha dado diferentes versiones al respecto. El domingo pasado, en el programa Cuarto Poder, explicó que los 14 locales son una herencia de sus padres y que les pertenecían a los siete hermanos Villarán y a una sobrina.

Sostuvo que si no declaró esas propiedades fue porque no sabía que el proceso para individualizar los locales ya había terminado.

El martes, luego de conocerse los documentos presentados por su rival, la candidata pepecista Lourdes Flores, Villarán se vio obligada a cambiar su versión. Explicó que en el 2005 sacó un préstamo hipotecario y compró tres de las tiendas.

LÍNEA AMARILLA. En mayo de este año, Villarán se comprometió "a suspender las licitaciones de la Línea Amarilla" y de la Ordenanza Municipal 1020 ante los pobladores de la Asociación Vecinal Central de la Margen Izquierda del Río Rímac, en el Cercado.

Allí incitó a los pobladores a protestar en contra de la Municipalidad de Lima y les aseguró que se expropiarían sus viviendas.

No obstante, su candidato a regidor, actualmente concejal de la Municipalidad de Lima, Rafael García Melgar, fue quien firmó el acta de concejo que ordenaba ejecutar el proyecto.

¿Y el Partido Comunista? Aparentes falsedades y contradicciones de la lideresa de Fuerza Social (FS), Susana Villarán, siguen apareciendo. Según denunció el legislador del PPC-UN Juan Carlos Eguren -documentos en mano-, Villarán omitió colocar en su hoja de vida su antigua militancia en el Partido Comunista Revolucionario (PCR), que data de entre los años 1977 y 1979.

Según la declaración jurada de vida que Villarán presentó cuando postuló en el 2006, el PCR fue su primera agrupación política. Hoy ni la web de Infogob ni votoinformado.pe registran la militancia de Villarán en ese grupo recalcitrante.

Ni su padre se salva. Susana Villarán aseguró en el debate que su padre, Fernando Villarán Duany, proviene de raíces humildes y que había terminado sus estudios en el turno nocturno del Colegio Estatal Guadalupe. Sin embargo, según la bitácora del costosísimo Colegio Compañía de Jesús Asia-Inmaculada, Villarán Duany formó parte de la Promoción 1932 y terminó su secundaria a los 17 años. Esto puede confirmarse en el árbol genealógico de la familia.


MÁS:
Un pasaje de contradicciones - El Comercio 29 de septiembre de 2010