martes, 7 de abril de 2009


FUJIMORI de regreso al infierno

“También los cristianos primitivos sabían muy exactamente que el mundo está regido por los demonios y que quien se mete en la política, es decir, quien accede a utilizar como medios el poder y la violencia, ha sellado un pacto con el diablo, de tal modo que ya no es cierto que en su actividad lo bueno solo produzca el bien y lo malo el mal, sino que frecuentemente sucede lo contrario. Quien no ve esto es un niño, políticamente hablando.”
Max Weber, Politik als Beruf (1919)
Con esta cita, Mario Vargas Llosa abre su libro de memorias llamado “El Pez en el Agua” ,que trae a colación la mala experiencia que le tocó vivir en las elecciones presidenciales de 1990.
El condenado ex presidente Alberto Fujimori, también afirmó en su alegato final que había gobernado desde el infierno. Y es que él mismo se propuso tener como único consejero al diabólico Montesinos.
Cuando asumió el poder, con la –cuándo no- condicional ayuda de los apristas, Fujimori se apropió del proyecto liberal de Vargas Llosa. Lo ejecutó con un shock económico que mandó al manicomio a muchos, y luego, dejando intervenir al mercado, reguló la economía hasta casi sanearlaA la par, maquinaba con su principal asesor una lucha frontal y cruenta contra la subversión maoísta que hablaba de concretar un cerco militar a la capital. Implementó planes y estrategias de la mano de Montesinos.
Éste, a su vez, tramaba con antiguos amigos de cochinadas, afincados en las FF.AA, utilizar el Poder como mascarada ideal para cometer crímenes y delitos. Y claro, Fujimori para mantenerse en la cúspide se tuvo que entremezclar con la podredumbre. El infierno en las cumbres del Poder él mismo lo creó, guiado magistralmente por su oidor y consejero.
Al final de su gobierno de facto (1995) “el chino” había logrado inusitada adherencia popular y había conformado una estructura de Poder infranqueable. Vivía y dormía al lado de su oscuro asesor. Para entonces ya mucho olía mal.
Como ya se ha llegado a establecer, el dúo Fujimori-Montesinos ideó la conformación de un destacamento de la muerte, retomando a miembros del Ejército que anteriormente habían desempeñado misiones similares en los anteriores gobiernos de Belaunde y García.
Se calcula que este grupo, descendiente de los destacamentos “Escorpio” y “Rodrigo Franco”, mató a más de 50 personas solo entre 1991 y 1992.
Imaginamos convertidas en un infierno las habitaciones del SIN (donde vivían el japonés y Vladimiro) cada vez que ideaban planes siniestros para deshacerse de opositores en las universidades, para maquinar el asesinato del máximo dirigente de Construcción Civil, Pedro Huillca, y cuando esbozaban la estrategias de guerra sicológica para aterrorizar a los ciudadanos e intentar frenar los ataques de la subversión.
Todo un infierno en el que se desenvolvieron gustosos los siameses, chapaleando en la sangre de las víctimas de sus planes.
Llegó una etapa en la que el gobierno, ante las embestidas del terrorismo, replicaba con diabólica fiereza: dos de los casos emblemáticos son la masacre de los Barrios Altos y la Cantuta. Pero hubo muchas más que no han sido publicitadas.
Por ejemplo, en la Policía, existía una Unidad de Acciones Tácticas al mando del comandante “Juan Carlos” que salía todos los días a cazar supuestos subversivos por las calles de Lima. Entre sus crímenes más sonados esta el cometido contra 5 estudiantes de la Universidad Católica en Los Olivos,que por supuesto,nunca fue esclarecido.
Así, como los terroristas iniciaron el baño de sangre que casi sepulta a la Nación peruana, hubieron otros, como Fujimori, que desde la acera del frente, pretendieron combatirlos desatando una guerra infernal, contraviniendo el principio democrático de diferenciarse del enemigo que usa el crimen y el terror como armas.
Fujimori también tuvo su pacto con el diablo, empeñó su futuro político con una estrategia dual:una visible,humanitaria y respetuosa de los DD.HH y otra invisible que pisoteaba los principios y reglas de la guerra.
Ahora,a la luz de los hechos,podemos concluir que un combate al terrorismo, apegado a las leyes de la guerra, hubiera evitado la muerte de inocentes y el desprestigio de una política antisubversiva que encabezaba Fujimori y que evidentemente tuvo crudos resultados positivos..
Y más aun, hubiese asegurado tiempos de paz duraderos y los rencores post guerra también hubiesen sido menores.
La sentencia contra Fujimori nos deja una clara enseñanza: Nadie está por encima de la Ley y todos estamos obligados a respetarla.

2 comentarios:

  1. ME alegro mucho por mi pais!!!, nuestro sufrido Perú!!!!. Al fin se hace justicia, Fujimori es un asesino, perseguidor de consciencias!!!!. Y su hija Keiko por nada del mundo debe ganar las elecciones!!!!!, no podemos ser tan tontos de dejar que el asqueroso fujimorismo regrese!!!. Keiko tu deberias trabajar gratis para el Perú porque tu estudiaste en USA gracias a nosotros los peruanos!!!!!!. Y encima cobras como congresista!!!, que sinverguenza eres!!!!. Debiste apoyar asi a tu madre cuando Fujimori la torturaba y tu no hiciste nada!!!. K clase de hija eres????????, esta es la presidenta que queremos para el Perú??????, como dice el refran cria cuervos y te sacaran los ojos. Ademas acuerdense que Susana Higuchi era una señora acomodada, quien ayudó a financiar la campaña de Fujimori que siempre fue un pobre diablo!!!. Y está donde debería estar!!!. Viva la Justicia!!!!, Viva el Perú!!!!!.

    Y para los que dicen ay q Fujimori derrotó el terrorismo!!!, Fujimori sacó al pais adelante!!!, acuerdense que en el año 2000 nos dejó en la bancarrota. Ya suficiente le pagamos TODOOOOOO, LE HEMOS PAGADO TODO CON INTERESES!!!!!. Y además como presidente tiene el deber de cumplir con nosotros para eso cobra!!!!, y cobraba millones. Aliado de Montesinos para favorecer el narcotrafico!!!!!, x eso se pudre en plata!!!

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  2. Así es "anónimo",en pleno acuerdo con tu indignación y gracias por recordarnos detalles de los "logros" del ahora condenado Fujimori.

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