Todos nos alarmamos, la noticia corrió como reguero de pólvora. El ministro sin querer (¿o queriendo?, ¿quién sabe?) lanzó la bomba .La noticia rebotó en todos los medios. Hasta los blog, actualizables al minuto, patinaron.Hasta llegaron a afirmar que era el primer caso "confirmado".
Se confirmó que la ciudadana argentina, atendida en el Hospital Carrión del callao, padece de un tipo de influenza común, peligrosa pero menos mortal que la gripe porcina que azota México.
¿Novedosas cortinas de humo aprovechando el pánico? Ya no se sabe qué pensar. Pero como dicen los psicólogos, no existen las coincidencias.
Rómulo León –en medio de esta vorágine alarmista- fue limpiado del cargo de “asociación ilícita para delinquir” por la Tercera Sala Anticorrupción, allanándole así el camino para que, junto a sus compinches de “faenones”, pueda intentar la absolución de los delitos por los que se le encausó cuando se descubrieron los “petroaudios”.
Cada día, en lugar de informar correctamente a la población, se le confunde con diferentes versiones y, lamentablemente, hay que admitirlo, los medios de comunicación acaban de aportar con su granazo de arena.
Desde posiciones necias como la de Rosa María Palacios, quien se empeña en no aconsejar el uso de las mascarilla ya que, según aduce, no sirven de nada porque las fuentes de contagio están en todas partes, hasta alocuciones interesadas como las del presidente García que aconseja dejar en stand by la costumbre de saludarnos con besitos porque incrementaríamos el riesgo de adquirir la enfermedad.
Toda una competencia de quién distrae o desinforma más. Como dice Alan –el mismo que conduce al país con timón automático- , si te encuentras con una fea ya tienes el pretexto perfecto para no besarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario