viernes, 19 de junio de 2009


Mariátegui "el Pequeño"

Tomás Borge
Embajador de la República de Nicaragua
Mariátegui “el pequeño” y sus ataques cobardes, calumniosos y racistas.
Para que los lectores de Nicaragua y de otros países, donde se publican mis artículos, comprendan cuanto voy a decir, explico: en el Perú hay una gloria nacional, el ideólogo revolucionario más lúcido de América latina. Se llama José Carlos Mariátegui. Tuvo un descendiente (nieto), llamado Aldo, director del pasquín ultraderechista “El Correo”. Al primero lo he calificado como Mariátegui “El Grande” y al otro como Mariátegui “El Pequeño”.
Aldo es el más rabioso reaccionario del Perú. Es, además, mal redactor, intelectualmente reducido, racista. Llama al líder indígena-asilado de una manera sorpresiva en nuestra Embajada, quien es respetuosa de los asuntos internos del Perú- Alberto Pizango, como cholo “abominable y aventurero”. Mariátegui “El Pequeño”aprovechándose de mi ausencia (estoy en Nicaragua por la extrema gravedad de una tía que considero mi segunda madre) y de las páginas de su diario,
recoge cobardemente las acusaciones de Adán Artola (partidario de la independencia de la Costa Atlántica de Nicaragua, quien odia al F.S.L.N., por ser la organización que jamás permitirá la desmembración de la patria) contra dirigentes del F.S.L.N, a quienes califica de genocidas. Este Artola visitó alguna vez mi oficina de Managua. Ahora es asiduo visitante de la embajada americana donde, dicho sea de paso, es tratado con cierto desprecio.
Lo que ignora “El Insignificante” es que un sector de los miskitos se levantó en armas financiado hasta el último cartucho y hasta el último bocado por el gobierno de los Estados Unidos. Lo que ignora “El Pequeño” es que nosotros castigamos con más severidad a los miembros de nuestro ejército y de nuestra policía, por algunos abusos cometidos en perjuicio de los contrarrevolucionarios. Con mas dureza, incluso, de lo que castigamos los crímenes de los alzados en armas, quienes cuando caían prisioneros los teníamos detenidos en “granjas de régimen abierto”, sin rejas, sin custodios armados, trabajando con dignidad y en permanentes actividades culturales. Lo que ignora “El pequeño” es que yo visite desarmado varios campamentos contrarrevolucionarios y logré, con el concurso de la dirección sandinista y obedeciendo a su mandato, pacificar a estos grupos armados por el gobierno yanqui.

Casi todo cuanto dice Artola es burdo, calumnioso y constituye la repetición de la misma historieta que es publicada por la derecha nicaragüense cuando se inician procesos electorales.
Nosotros- Daniel, Lenin y yo. estamos a la disposición de quienes quieran investigar aquellos tristes hechos para esclarecer una verdad que, por demás, es ampliamente conocida en este país. Los principales dirigentes miskitos de aquellos amargos momentos fueron Brooklin Rivera y Stedeman Fagoth, ambos identificados con el F.S.L.N. El primero es diputado de la bancada del F.S.L.N y el segundo ministro de la pesca. Los dos son mis amigos.
Mi familia Peruana esta angustiada por estas cobardes acusaciones. Yo no le tengo temor-en cualquier terreno- a ningún derechista del mundo, menos al individuo que deshonra al Perú llevando el mas ilustre de sus apellidos.
La Primera, 19 de junio de 2009

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