Las horripilantes imágenes aludidas por el viejo racista arequipeño, Andrés Bedoya Ugarteche, escarapelan el cuerpo y quiebra al más aguerrido apologeta de la guerra. En un reciente escrito en su columna del diario Correo, este infame lanzador de llamas reclamó mano firme para aplacar los reclamos de pobladores de la selva y de indígenas en todo el país.
El tristemente famoso Bedoya Ugarteche, pidió al presidente Alan García que aliste los aviones de la FAP para acallar las protestas violentas con bombas de fósforo, más conocidas como napalm, tal cual lo hizo la aviación estadounidense en extensas zonas rurales de Saigón (Vietnam) en la última y desesperada etapa de su humillante derrota en el oriente asiático.
Las imágenes que aquí mostramos deberían ser archivadas en un cuadro digital y colocárselo en la mesita de noche del arrogante incendiario. Este aprendiz de Fúhrer reclama, cada vez que puede, la ejecución de planes vedados e injuria con frases despectivas y racistas, sin que nadie haga algo para contener su deslenguado proceder.
Al ver éstas imágenes, añoradas por este decrépito vocero de la más inmunda derecha cavernaria, se nos tuerce el alma y nos hace recapacitar de qué son capaces tipos sin entrañas (y sin madre) como este columnista del atropello verbal y de la muerte, afincado cómodamente en un escritorio del diario Correo.
La respuesta de la blogósfera al carnicero del diario Correo no se hizo esperar:
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