jueves, 19 de febrero de 2009


EXPORTACIONES HACIA VENEZUELA ¿Fin de la Bonanza?


Una característica principal del venezolano es su exagerada manía consumista. Y principalmente sus compras compulsivas son de vestimentas. Como diríamos en el Perú, los del país bolivariano son “traperos”. Por eso se explica que un venezolano de estrato social C o D prefiera muchas veces vestirse a la moda que alimentarse o destinar sus ingresos en educación.
Viendo este nicho de mercado, hace algunos años, muchos exportadores peruanos de confecciones y telas se animaron a ingresar a dicho mundillo .El principal abastecedor de prendas confeccionadas es la nacional Topy Top que cuenta con 22 tiendas en todo Venezuela. Junto con esta exportadora concurrieron cientos de pequeños confeccionistas que vieron en la plaza venezolana un buen negocio . Pero en el último año todo cambio.
El gobierno de Chávez decidió endurecer su control de divisas (dólares) para evitar que la gente saque sus ganancias y capitales del país.A la inversa de los pedidos de inversión de Alan García que no titubeó en invitar a empresarios Chilenos a invertir sus capitales,Chávez ha bloqueado el ingreso de bienes importados disminuyendo el cupo de dólares a los comerciantes que traen productos desde fuera.
Los importadores venezolanos han sido los principales perjudicados, mellando ,de paso ,la economía a los exportadores peruanos que les vendían regularmente.
En el último medio año, todos los exportadores de prendas a Venezuela, incluida Topy Top, han visto frenado el desembolso de pagos que le hacían antes regularmente sus compradores llaneros. Muchos tienen deudas impagas desde hace 6 meses.
La principal razón de la morosidad es que en Venezuela existe un sistema de pagos estatal, totalmente burocrático que dificulta los pagos. Las cancelaciones por concepto de importaciones no se realizan directamente entre empresas, es decir, entre vendedor y comprador, sino a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) que administra el gobierno de Chávez y compañía.Este sistema se implementó desde 2002, según el Cadivi, con el objetivo de proteger a la industria nacional, partiendo de la idea de que se debe importar exclusivamente lo que no se produce.
Sin embargo, muchos piensan que la finalidad real de este servicio es la de controlar y presionar a los sectores productivos identificados con la oposición, mientras que los allegados al régimen, disfrutan de abiertas partidas de divisas para que puedan comerciar.
Sucede algo parecido a los beneficios que tenían los cercanos al Apra en su primer gobierno con el famoso dólar MUC. El funcionamiento de dicho sistema de pagos es aparentemente sencillo: los importadores venezolanos entregan los recursos al Cadivi, el cual, se encarga de cancelar a los empresarios exportadores e importadores.. En la teoría, este proceso no debería tardar más de treinta días, pero en la práctica no tiene un tiempo definido por lo que los pagos se han venido retrasando mes a mes cada vez más.
Como era de suponerse, los problemas no quedan ahí, el sector privado venezolano debe pedir un permiso especial al Ministerio del Poder Popular para las Industrias Ligeras y el Comercio (Milco) como requisito previo a la importación de cualquier bien. En los últimos tiempos se había vuelto bastante atractivo exportar a Venezuela ya que este país prácticamente importa todo lo que consume, debido a las políticas de control de precios establecidas por el gobierno de Chávez, a los pocos incentivos existentes para la producción privada y a la fuga de capitales de venezolanos que no comulgan con los atropellos de Chávez.
Todos estos factores han hecho que muchas empresas privadas quiebren o cierren en vista del panorama hostil que prevalece. Se calcula que la mitad de empresas que existían antes del gobierno de Chávez ya no existen.
Esta es otra demostración de las falacias del socialismo del siglo XXI, el mismo que en Venezuela ha ido restringiendo las libertades tanto individuales como colectivas, en nombre de la supuesta revolución y de la repartición equitativa de la riqueza.
Entre los venezolanos de sectores sociales deprimidos,los más afectados con medidas restrictivas son los comerciantes pequeños y medianos a quienes se le ha bloqueado las posibilidades de traer productos del extranjero.Se cuenta por miles los peruanos que en Caracas y principales ciudades del país,venden prendas de vestir en mercadillos o ambulatoriamente.Y son ellos ,junto con sus similares venezolanos,los que no reciben mercadería a tiempo para comerciar y subsistir.
Las trabas van desde limitar las compras por internet a solo US$400 por año (antes era permitido compras mayores a US$3,000) hasta el cupo máximo de compras de los turistas en el extrangero de un máximo de US$2,500.
El régimen chavista,ante la inminencia de serias repercusiones de la crisis financiera mundial en suelos sudamericanos,esta en la disyuntiva de devaluar su moneda (encareciendo el Dolar) o controlar la moneda de referencia.Dolar más caro o más limitado,un dilema que Chávez seguramente resolverá estrangulando las posibilidades de desarrollo de los venezolanos.
Aunque,ante los ojos de las mayorías, su política es dadivosa y proteje al indigente y al que no trabaja,la procesión de la crisis económica va por dentro.

Un canto por la Venezuela Libre que todos queremos

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