¿La publicación y divulgación exagerada del libro de Abimael sirve al gobierno?: claro que sí. Distrae, redirecciona la mirada política y extrae de la coyuntura el tema de los Petroaudios. Entonces, digámoslo claro, el vapuleado ministro aprista de Justicia atrae mucha agua para su molino cuando arma un escandalete por la publicación del libro de Guzmán. Su, hasta ahora, penosa actuación en la Cartera de Justicia, le obliga a reinventarse para no languidecer entre tropezones y críticas.
Pero no contento con eso, alecciona al procurador antiterrorista, Julio Galindo, para que denuncie al abogado de Guzmán y compañía por cometer supuestamente el delito de apología del terrorismo. Y como este procurador está siempre presto a denunciar a poetas y dirigentes izquierdistas de terroristas, acude presuroso al llamado y cumple su papel.
¿Por qué tanta importancia a un libro?, si se presume que será, como todos sus anteriores intentos, panfletario, repleto de clichés políticos de ultraizquierda, desfasados en la historia y hundidos en el fracaso cada vez que se han aplicado, para desgracia de las poblaciones sumidas en las llamadas “dictaduras del proletariado”. Así sucedió en Camboya, Laos, URSS y sigue sucediendo en Vietnam del Norte, Corea del Norte, China y Cuba.
Si se visualiza la conferencia de presentación del libro con ojo socialmente avizor, descubriremos que se trató de un acto sórdido, trasnochado, plagado de asistentes muy humildes, quizá engañados por una prédica anarquista (muchos de ellos familiares de presos por terrorismo) que se derretían cada vez que los exponentes intentaban alabar, aunque sea indirectamente, la figura y el pensamiento de Abimael. Claro, también hubo otros invitados, como el General (r) Wilson Barrantes, ex jefe militar de Ayacucho, que miraba absorto la prédica casi exultante de los abogados de Abimael.
Barrantes, realizo una interesante política de acercamiento con miras al desarrollo de las comunidades más pobres y olvidadas de Ayacucho cuando asumió la Comandancia General de la Segunda Brigada de Infantería de Ayacucho. Pero tal fue su ímpetu que cometió excesos como el permitir que ronderos alisten a sus pequeños hijos en las filas del Ejército, tal como lo revela un reportaje del programa “La Ventana indiscreta”.
La Bendita Amnistía
Hace casi 9 meses atrás, cuando el congresista aprista Edgard Núñez deslizó la teoría de amnistiar a los militares procesados en casos de masacres y delitos contra los DD.HH, el pool de abogados al servicio de Guzmán, efectuó una conferencia similar a la de la presentación del libro, en el mismo hotel Riviera, y deslizó por primera vez su acuerdo de impulsar una “amnistía general” que permita reconciliar a las dos partes afectadas en la cruenta guerra iniciada por los terroristas en mayo de 1980. Esa vez no hubo cobertura mediática y su propuesta pasó desapercibida.
En lo que, por momentos, pareciera una aventura oportunista, los abogados de Abimael reiteran la estrategia de encaminar una “solución política a los temas derivados de la guerra” mediante una amnistía general. Y dicen que esta solución se hace necesaria debido a la coyuntura político-estratégico con enemigos extranjeros que nos podrían agarrar desunidos como país y con unas fuerzas armadas desmoralizadas y atadas judicialmente con juicios interminables, debido a los cientos de denuncias judiciales que se espera surjan cuando se termine de desenterrar a todos los muertos y desaparecidos, principalmente, en las zonas en donde la violencia azotó con más insania.
Y como era de esperarse, una vez más, Guzmán no cumplió su prédica (vociferada como grito de guerra por los senderistas en los años más sangrientos) de vengar la muerte de sus “cuadros” e “hijos del pueblo”. Ahora clama indulgencia y olvido, todavía no pide perdón pero muy pronto, las circunstancias, lo obligarán a hacerlo. Y dónde quedo esa “mística” que mereció el halago del propio Alan García en un discurso en 1985 en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, y que empujó a la barbarie a cientos de militantes ideologizados hasta el tuétano que actuaban como zombis, como unas máquinas de la muerte.
Evidentemente, asistimos a una estrategia política que aprovecha la coyuntura para plantear, (aunque por momentos parecen querer imponernos) una amnistía que les permita recomponerse como organización política. Por ello, en vista de esta última pretensión, la sociedad y sus entes políticos deben estar atentos a cada uno de sus pasos para combatir cualquier proyecto anacrónico que conduzca a sectores desinformados y excluidos a embarcarse en aventuras que incuban solo dolor y sangre.
A continuación un estracto de la conferencia de Alfredo Crespo del 08 de diciembre del 2008 en la que hizo el mismo pedido del viernes pasado. Fue un primer ensayo.
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Bievenidos los debates "alturados" que desnudan a las partes
Alfredo Crespo, actual abogado del líder de Sendero Luminoso (SL), Abimael Guzmán, aseguró anoche que la escalada de violencia y muerte que afectó a nuestro país, no fue terrorismo sino una guerra que tuvo consecuencias.
En declaraciones al programa "Prensa Libre" de Rosa María palacios, Crespo llegó incluso al extremo de señalar que Guzmán Reinoso tampoco es o fue terrorista, porque nunca disparó un arma, ni asesinó:"Para mi Abimael Guzmán no es terrorista...Lo que ha pasado en nuestro país, no ha sido terrorismo, esa es la tesis de la defensa.. Y si digo que no es terrorismo, ¿saliendo del canal me voy preso?", se preguntó el letrado.
Crespo consideró además que "no es apología" el haber deseado una "larga vida a Abimael Guzmán" en la presentación del libro del líder de Sendero. El abogado también se negó a precisar cómo financió la mujer de Guzmán la impresión y distribución del libro y subrayó que "mientras no haya delito, no se puede investigar fuentes de financiamiento".
A continuación dos estractos de dicha discusión que, por momentos, sacó chispas.
A SILENCIAR TODA OPOSICION... Consigna para toda la Prensa
ResponderEliminarEn estos días en la prensa y TV peruana, se publican denuncias, cargadas de imputaciones contra los que expresan voces de oposición al régimen entreguista y represivo del presidente Alan García, hay un corifeo monocorde, para satanizar hechos, actos y conductas atribuibles al personaje, colaboradores, asesores, familiares de su entorno, para promover una persecución material, legal y moral a los líderes de toda oposición organizada, mientras se da rienda suelta al genocidio en la zona del VRAE y se capacitan a los interlocutores del estado para negociar nada en las cuatro mesas de dialogo con los nativos, de la implementación de medidas selectiva-represivas en las zonas de conflicto, manipulación de Encuestas y Entrevistas .
Para enfrentar esta cabalgata pluri-ofensiva los dirigentes de la oposición, pierden su tiempo en tácticas de defensa focalizadas, sin llegar a distinguir el árbol del bosque, separar la paja del trigo, ha caído en la trama y representa el papel que le ha designado quien manipula y domina la escena, de los que dirigen la opinión publica con sus mensajes subliminales, asi les imputa ser los amigos de lo que el imperio combate, el narco-terrorismo, moviliza a policías y soldados disfrazados de civiles y familiares para desfilar agitando por la paz, apoyar las acciones represivas del régimen, es la praxis de grupos paramilitares al estilo del comando Rodrigo Franco, del grupo Colina, que pilotea Mantilla , Arana ,Rivas, el almirante Sampietri y búfalos de Mulder..........
para seguir leyendo visita mi blog: http://solitariodesayan.blogspot.com/
Soy el General Wilson Barrantes Mendoza, y me parece poco serio que en esa percepción tubular de quienes se creen dueños de la verdad se diga "Si se visualiza la conferencia de presentación del libro con ojo socialmente avizor, descubriremos que se trató de un acto sórdido, trasnochado, plagado de asistentes muy humildes, quizá engañados por una prédica anarquista (muchos de ellos familiares de presos por terrorismo) que se derretían cada vez que los exponentes intentaban alabar, aunque sea indirectamente, la figura y el pensamiento de Abimael. Claro, también hubo otros invitados, como el General (r) Wilson Barrantes, ex jefe militar de Ayacucho, que miraba absorto la prédica casi exultante de los abogados de Abimael.
ResponderEliminarBarrantes, realizo una interesante política de acercamiento con miras al desarrollo de las comunidades más pobres y olvidadas de Ayacucho cuando asumió la Comandancia General de la Segunda Brigada de Infantería de Ayacucho. Pero tal fue su ímpetu que cometió excesos como el permitir que ronderos alisten a sus pequeños hijos en las filas del Ejército, tal como lo revela un reportaje del programa “La Ventana indiscreta”.
Se critica le ingreso al servicio militar de los hijos de los ronderos , cuando lo que percibimos del artículo que hay un desconocimiento de la Ley la que es para todos los peruanos y que este servicio es voluntario, de otra parte es tiempo de tocar la verdadera reconciliación sin ideologías políticas interesadas que dañen los derechos humanos que se han convertido en un negocio , por eso pedimos que debemos humanizar los derechos humanos y hacerlo por extensión para todos los ciudadanos de la república.
les invito a compartir estos link:
http://www.youtube.com/watch?v=-Ku3PkltwyU
http://www.youtube.com/watch?v=ecEzhwopE2w