jueves, 24 de septiembre de 2009


De Galán a Ministro de Alan

Dos destinos diferentes, casi paralelos en las marquesinas, pero distintos en los logros y artilugios morales para conseguir las metas. Johanna San Miguel y Francis Allison, protagonizan este curioso comercial de Pepsi de mediados de los 80, destacando su juventud y animosidad para interpretar su papel de propagandistas y captadores de consumidores potenciales.

Por esa época, la cautivadora Johanna acababa de protagonizar la novela “Carmín”, que tuvo gran acogida entre la teleaudiencia juvenil, huérfana de otras alternativas que no fuera la TV de señal abierta. Mientras que el rubicundo Francis, alternaba sus estudios de Derecho con el oficio de modelo de agencias publicitarias.

La historia que siguió ya todos la conocemos. Johanna brilló como actriz cómica en el grupo “Pataclaum”, a la vez que desarrollaba sus cualidades histriónicas en desternillantes unipersonales, dejando relucir su gran vena cómica; hasta que llegó a la televisión y se apoderó del espacio matinal de espectáculos de América TV.

En la otra acera, Francis Allison, culminó su carrera de abogacía y desempeñó diversos cargos en la vida civil, hasta que logró ganar la Alcaldía del distrito limeño de Magdalena. A la vez, dice haber desempeñado el cargo de asesor legal de la empresa de espionaje industrial y seguridad “Business Track” en paralelo con su labor edil.

Pero su carrera meteórica no quedó allí. Consiguió captar la atención del presidente García al mostrarse fervientemente servil una mañana en la Costa Verde. No pasó ni dos días y Alan, necesitado de franeleros que saquen lustre a sus iniciativas, lo nombró ministro de Vivienda.

Allison, por lo visto, en su frenético ascenso no tuvo reparos morales ni éticos y con él parece encarnarse el dicho: lo que sube muy rápido no tarda en desplomarse.



Post original en Andoencombi.lamula.pe

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