domingo, 30 de agosto de 2009


¡”Soy capaz de contratar un francotirador…”!

Crímenes de Odio

Los parajes de la vida diaria están llenos de seres excéntricos, banales, importantes y famosos pero también odiosos e hijos de puta. También rodean nuestra existencia seres enfermizos, con una ideología nociva, destructiva, que enerva y lo enfrasca a uno en la incertidumbre de desconocerse y abofetear al contrario, al antipático, al que nos mira desafiante o respirar profundamente y seguir viviendo.

Pero nos aguantamos las ganas por norma, “por educación” o quizá por cobardía. Pero si actuáramos como nos place, nos tildarían de violento, racista, homofóbico, intolerante, subversivo o con ese calificativo tan de moda: “anti sistema”. El engranaje social nos reclama guardar las apariencias y comernos el sapo de la vida diaria.

Pero de desenvolvernos auténticamente a sembrar malas artes e inocular la semilla del odio hay abismal diferencia. Dos expresiones acaecidas últimamente explican porque últimamente se han disparado las cifras de crímenes de odio, feminicidios o parricidios en nuestra sociedad.
Las imputaciones llenas de un comprensible despecho lanzadas por el supuesto padre de la famosa modelo Thalía Estabridis, son explicables pero censurables a la vez. “Soy capaz de contratar un francotirador para que elimine a ese…”, fue la amenaza proferida por el desorbitado sujeto que se esmeraba con rabia en defender el honor mancilladlo de la angelical coanimadora del programa “Habacilar”.

Pero más incomprensibles y polémicas han sido las teorías sobre cómo transitar en la vida hecha en dos artículos por el conductor de TV Jaime Bayli, publicadas los últimos días en el diario Perú 21. Ni que hablar del "premio" al escrito más racista obtenido por el columnista del diario Correo, Andrés Bedoya Ugarteche que pedía al gobierno combatir con napalm las protestas ´de nativos de la selva.
Claro que la respuesta de la blogósfera peruana no se hizo esperar ante semejante pedido del decrépito neonazi. Aquí

Recientemente el sociólogo Martín Tanaka ha afrontado así este polémico asunto:

jueves 27 de agosto de 2009
Crímenes de odio y columnas de opinión

Mirko Lauer ha comentado sobre el "premio" que la ONG Survival International ha otorgado al diario Correo por haber publicado "el artículo más racista del año", "¡Pobrecitos chunchos! y otras torpezas". En él "se llama a los indígenas peruanos salvajes, paleolíticos, primitivos, y se sugiere que deberían ser bombardeados con napalm". Ver:Importante premio internacionalJue, 27/08/2009 - Por Mirko Lauer.

Estoy totalmente de acuerdo con Lauer cuando dice: "¿cómo librarnos del racismo? Una forma es no dejándolo pasar inadvertido, es decir señalar su presencia, incluso cuando ella está disfrazada de cualquier otra cosa". Así que yo quiero llamar la atención sobre una "presencia inadvertida".

Primero, ubicaría la discusión sobre el racismo dentro de un marco más amplio, el de los "crímenes de odio". Algunas de las columnas del diario Correo incitan el odio hacia algunos grupos sociales, y por lo tanto incitan la comisión de crímenes en contra de estos grupos. El autor del artículo premiado es un tipo impresentable, podría decirse que nadie que escriba ese tipo de cosas tendrá alguna respetabilidad. Me preocupa por lo tanto que gente "respetable" caiga en estas actitudes.

¿Han leído las últimas columnas de Jaime Bayly? Pienso que Bayly está incitando a la comisión de crímenes de odio. Puede sonar exagerado, pero sobre estos temas no se puede jugar, y creo que hay que señalarlo.En su columna del lunes puede leerse:"Consejos a mis hijas: (...) Traten en lo posible de no matar a nadie.Si es inevitable matar a alguien, háganlo con delicadeza y compasión, procurando el menor sufrimiento a la víctima y no dejando huellas del crimen.Matar puede ser divertido una vez, más ya es vicio. No se envicien. Si se envician, usen silenciador y disparen tres veces, por las dudas. (...) Un día cualquiera, en una ciudad cualquiera, escúpanle sin razón alguna a un peatón. Sigan caminando. No se disculpen." Lun. 24 ago '09 Consejos a mis hijas Autor: Jaime Bayly

¿Son este tipo de comentarios licencias literarias frente a las cuales no deberíamos escandalizarnos? El peligro es que poco a poco se legitiman los actos de violencia, la falta de respeto al prójimo: y quienes terminan siendo víctimas de la violencia son los más débiles, aquellos que tienen dificultades para hacer valer sus derechos.

Pero hay más: en otra de las últimas columnas de Bayly se lee:"(...) Salí del cine agitado, furioso, poseído por una fiebre perniciosa, con ganas de golpear a alguien. Todos los golpes que Bronson había dado y recibido en la película (basada en una historia real) se me habían metido al cuerpo y se habían reunido en un golpe que tenía que darle a alguien, en un golpe latente que bullía en mí y me hacia respirar agitadamente y tenía que descargar, sacudiendo la cara de algún peatón.Nunca había sentido esa necesidad física de pegarle a alguien sin ninguna razón. Nunca me ha gustado pelear. Siempre he despreciado a la gente que zanja sus conflictos a golpes. Pero ahora estaba caminando a medianoche por Copenhague y tenía que romperle la nariz a alguien y no sabía por qué tenía tanta rabia cifrada en ese golpe inevitable, en ese golpe que hervía en mi sangre y estaba condenado a dárselo a alguien o a dármelo a mí.

Atropellando mis pasos, sentí la voz áspera de mi padre que me pedía que descargase ese golpe tanto tiempo agazapado, sentí que había venido a Copenhague a pegarle a un infeliz, a recordar que yo era un bárbaro despreciable, que no podía irme de esta ciudad tan bella sin concederme el innoble placer de agredir a un inocente y tumbarlo de un golpe.Todo ocurrió de pronto y como probablemente estaba escrito en mi destino. Vi que un sujeto de aspecto oriental venía caminando en dirección opuesta a la mía. Era bajo, llevaba anteojos, andaba solo, cargando un bolso, y parecía un turista tailandés, chino, japonés, vietnamita. Lo odie. Lo odié como el bárbaro que soy. Lo odie porque ese sujeto me sobrevivirá.

Cuando lo tuve a un paso, descargué mi puño cerrado en su cara distraída. Saqué el golpe desde atrás, con toda la violencia que pude encontrar en mí, en mi pasado, en el mandato de mi padre, y estremecí sus ojos rasgados, volaron sus anteojos y el pobre hombre cayó al suelo. Escuché voces reprobatorias, pero nadie me tocó ni se me acercó. Lo vi en el suelo, la nariz sangrando, y seguí caminando deprisa hasta llegar al hotel. Fue uno de los momentos más placenteros de mi vida. Tenía que romperle la cara a ese chino cabrón. No me pregunten por qué. Era una cuestión de vida o muerte. O le pegaba o me mataba esa noche.

Y no había venido a Copenhague a morir sino a celebrar la vida que todavía me quedaba. Y a veces encuentras escondido en tus vísceras un golpe irracional que tienes que descargar sobre alguien para reconciliarte contigo mismo. Y por eso aquel golpe sin sentido fue una celebración de la vida, un triunfo personal, un tardío homenaje a mi padre, que tanto habría disfrutado de esa riña callejera.

Duchándome en el hotel, me dije: qué curioso que esta ciudad tan civilizada haya despertado al salvaje que hay en mí." Lun. 10 ago '09 Copenhague Autor: Jaime Bayly

No sé qué pensarán ustedes, pero a mí me parece escandaloso y muy peligroso que tan suelto de huesos se proponga escupir a alguien sin ninguna razón, que se diga que golpear a un desconocido es placentero, que se diga que matar es divertido. No hay que ser muy suspicaz para imaginarse qué grupos sociales serán los escupidos, los golpeados, los asesinados. A mí esto me parece un horror, y peor que venga de alguien como Bayly, que tiene audiencia y cierta influencia. Según la última "Encuesta del poder", Bayly es el segundo "personaje popular con mayor influencia en la opinión pública peruana".Me parece muy importante llamar la atención sobre esto y condenarlo públicamente.


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