jueves, 11 de febrero de 2010


El Asesinato de Alberto Rivera y sus entornos



La muerte del locutor radial Alberto Rivera Fernández, ocurrida hace 6 años atrás conmocionó a la opinión pública por la espectacularidad de los hechos: Al igual que la folklórica Alicia Delgado, Rivera anunció su muerte días antes en un video recogido por un reportero del programa “La Ventana Indiscreta”. En él culpaba de su posible asesinato “a la mafia” del narcotráfico, mejor dicho, a sus miembros visibles que habrían sido denunciados por el comunicador pucallpino en reiteradas ocasiones. La discusión siempre se entretuvo entre sí Rivera llegó a nombrar como su posible asesino al entonces alcalde de Coronel Portillo, Luis Valdez Villacorta, o si la acusación contra éste  polémico hombre de negocios fue tramada por sus enemigos políticos.

Lo cierto es que los participantes directos del asesinato acusaron -en un primer momento- al alcalde Valdez Villacorta, pero luego, cuando pasó el tiempo y el juicio fue trasladado a Lima, todos se desdijeron y acusaron de haberlos inducido a mentir al medio hermano del periodista asesinado, quien por la fecha de los luctuosos sucesos postulaba al Congreso y movía intereses políticos en la zona.

Luego vendrían las serias acusaciones de vínculo con el narcotráfico contra el alcalde Luis Valdez que hundieron más su imagen y se volvió en un apestado mediático. Mientras tanto la figura de Alberto Rivera, que fungía de periodista frente a los micrófonos en una radio de Pucallpa, fue asumida como un ícono por todos los gremios periodísticos, incluso, por las asociaciones de propietarios de medios las que desataron sostenidas campañas buscando que el sistema judicial sancione a los asesinos de Rivera Fernández.

Y así sucedió hace unos días. La sala que veía el caso impuso fuertes penas de carcelería a los autores directos e intelectuales del asesinato que nos ocupa. Pero absolvió al ex alcalde de Pucallpa por falta de pruebas incriminatorias. Y el escándalo nuevamente se desató.

Lo que indigna y causa desazón en el caso del asesinato de Alberto Rivera es que, a todas luces, fue asesinado por increpar al alcalde Valdez Villacorta por los kilos de clorhidrato de cocaína hallados en el puerto del Callao y que la policía antidroga está casi segura que le perteneció al anciano burgomaestre.

Al grabar un video en abril de 2004 en donde acusaba directamente al alcalde provincial de Coronel Portillo de estar vinculado con el narcotráfico, Alberto Rivera habría cavado su propia tumba. No pasaron más de 24 horas cuando fue asesinado en su negocio de un certero balazo en el pecho. Antes Alberto Rivera había denunciado actividades de tala y comercio ilegal de madera, vinculando no pocas veces al burgomaestre Valdez.

Más que nada, su programa radial se caracterizaba por atacar, muchas veces irresponsablemente, a personas, simplemente por su opción sexual o por no compartir sus proyectos, utilizando un lenguaje procaz que avergonzaría al más ranqueado. Pero sus desméritos y poca ética para asumir las veces de comunicador social son cosa común en las radios de provincia, tampoco es motivo para acallar al infractor con amenazas o atentados directos contra su vida. Para ello existe la vía judicial, con contundente jurisprudencia reciente.

Por su parte, la defensa de Luis Valdez, no ha escatimado esfuerzos para sustraerlo del proceso. A parte de sostener una campaña judicial, ha implementado una página web llamada “unas dudas razonables” que pretende desbaratar toda acusación contra Valdez Villacorta. No todos sus argumentos son jalados de los cabellos. Existen muchos hechos concretos que la mayoría de medios se han esmerado en no ventilar.

Para el conductor de la estrategia jurídica, el controvertido Dr. César Nakazaki, la campaña de los medios de comunicación por hallar justicia en el crimen del comunicador obedece a puros intereses económicos. “hemos logrado demostrar que la distorsión informativa que han generado estos medios que lideran el Consejo de la Prensa Peruana obedece a la necesidad de recibir el millonario financiamiento externo que brinda la Knight Foundation a través de la Sociedad Interamericana de Prensa, con el Proyecto contra la Impunidad. Para ellos Valdez ha sido un chivo expiatorio”, afirma Nakazaki.


MAS:
La Carencia de imparcialidad en medios ligados al Consejo de la Prensa Peruana, según defensa de Luis Valdez Villacorta
 
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