jueves, 1 de octubre de 2009


Mercedes Sosa "La Negra"

GRACIAS POR TU VIDA MERCEDES SOSA


La gran Mercedes Sosa está muy grave, quizá cuando leas esta nota nos haya dejado. Dios no lo quiera. Partiría seguramente a la eternidad y se llevaría el recuerdo de millones. Sus canciones están impresas indeleblemente en el alma de dos generaciones. Sus letras abrieron trocha, para bien o para mal. A muchos adornó el ego y los hizo banalmente “progresistas”, a otros los aventó a la lucha reivindicativa.

Sucedió en el espíritu contestatario al inconcluso Víctor Jara, luego que la dictadura encabezada por Pinochet se ensañara con él en el estadio nacional de Santiago de Chile. Los temas de la Sosa tronaron sin cesar desde entonces. No faltaron reuniones de izquierdistas, revolucionarios o de simples anarquistas desilusionados del sistema, en donde no se tocara una de sus arengas hecha canción. Lanzó, como decía, a miles al camino de la ilusión de un mundo de igualdades. Hizo creer, con sus lemas, que existía la felicidad haciendo a todos iguales de un brochazo. Toda ella fue una ilusión, un fermento que los jóvenes asumieron como suyos.

Pero, principalmente, fue una visible y ardorosa defensora de los derechos fundamentales de la persona a la libertad y contra las nefastas dictaduras que azotaron América Latina en la década de los 70s y 80s.

Recuerdo mucho haberla conocido (mejor dicho, a sus canciones) en un apoteósico mitin de la Izquierda Unida en plena fachada del hotel Sheraton allá por 1986, cuando Barrantes con sus disfuerzos echó por la borda la ilusión de muchos pobres de capturar, por primera vez, el Poder para la izquierda del país. Muchos de los intelectuales de hoy, los vilipendiados “caviares” por los extremistas de derecha, estuvieron en un proscenio con los mejores equipos de sonido de la época y con el interminable entremés de la voz de la gran Mercedes sosa.

Ella nació en Tucumán, hace más de 70 años. Era una provinciana argentina de aquellas que arrastran la “erre” tal como lo hacen los habitantes de todos los Andes sudamericanos, quizá por ello su aceptación entre los jóvenes e intelectuales de estratos socioeconómicos bajos y emergentes. Fue un milagro que la feroz dictadura argentina (1973-83) no la haya asesinado. En todo caso, supo protegerse bien asilándose en Europa y hacerse de una fama que fue la coraza que la salvó. Sus letras de alto contenido social se arraigaron rápidamente entre la juventud rebelde de las naciones americanas.

El Amor por el Perú de “La Negra”
Mercedes Sosa grabó, a mediados de los 90s, un extraordinario tema, que ya lo hubiesen querido tener los mejores promotores de turismo para promocionar al Perú como destino cultural y turístico. Pero la mafia fujimontesinista, por una extraña razón, la vetó y no permitió siquiera que se conozca su existencia.
La letra es tan llamativa, pero la música es encantadora en tiempo de vals criollo.

Acércate Cholito
Mercedes Sosa
Compositores: Félix Luna - Ariel Ramírez.

  • Acércate al Perú, acércate cholito,
  • ven pronto, ya verás, será para contar.
  • Iremos de la mano contemplando las bellezas
  • y las fantasmagorías de la Lima colonial.

  • Es claro que estarán el puente y la alameda,
  • recuerdos de un Perú bonito de evocar,
  • pero también verás un horizonte iluminado
  • por una madrugada que ya nada detendrá.

  • Ven pronto que esto sí, merece verse aquí de cerca,
  • Un pueblo que renueva de los Incas el solar.
  • Y en el costado mismo de la América que crece
  • su esperanza ya estremece con su canto popular.

  • Ven pronto que un Perú recién nacido ya te espera,
  • Hay un reflejo nuevo en la sierra y en el mar.
  • Con aire jaranero de vals criollo y marineracompañero,
  • compañera te esperamos por acá.

  • Acércate al Perú, ven pues, no te demores,
  • que hay mucho para ver y para imaginaren
  • un vagabundeo de callejas y balcones
  • una magia de otro tiempo a tus ojos se abrirá.

  • Sabrás de aquel virrey que amó a la Perricholi
  • contar su viejo amor a orillas del Rimac
  • pero desvaneciendo aquellas sombras del pasado
  • hay un Perú que aguarda tu visita fraternal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario