José Enrique Crousillat esta en el ojo de la tormenta, por obra propia, ya que se ha esmerado en demostrar que estafó al Estado (una vez más) y a la opinión pública. Además, se estaría descubriendo que las “razones humanitarias” que motivaron el indulto presidencial habrían sido fraguadas o alteradas, induciendo a error al “bienintencionado” Alan García. Este nuevo panorama, obliga al ministro de Justicia, Aurelio Pastor, a desclasificar documentos claves que permitirán apreciar el teje y maneje que se produjo para emitir la cuestionada resolución de indulto.
José Enrique Crousillat, acostumbrado a demandar a sus críticos y hacer alardes de poder, arremetió esta semana contra su ex canal (América televisión), iniciando el camino legal para retomar su dirección. Para ello alega que la declaratoria de estado de insolvencia del canal 4 fue un acto oscuro tramado entre ex directivos del banco Wiesse (principal acreedor del canal) y el entonces presidente Alejandro Toledo. Todos los implicados han desmentido tamaña acusación.
Evidentemente, se trata de una maniobra de Crousillat para lanzar la bola al campo contrario y redireccionar los reflectores mediáticos ya que hasta el propio presidente de la República viene hablando de una revisión del indulto. La acusación es muy grave. Sea ésta cierta o no, persigue un claro objetivo (oscuro, diríamos): Hacer languidecer las protestas contra la cuestionada gracia presidencial y colocar en el paredón de fusilamiento a los implicados en este nuevo escándalo que, por tratarse de un medio televisivo que pertenece a un poderoso conglomerado, amenaza con movilizar mucha tinta y lodo.
Un Indulto que es un Insulto
(En Imágenes)
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